Cuando escribo de ti las manos se me ponen nerviosa. Empiezan a sudar frío y a querer ser vulgares.
Cuando escribo de ti no sé qué calificativos usar; todos suenan reguetoneros, todos suena brutos, todos suenan toscos o sucios.
Cuando escribo de ti necesito luego editar demasiado.
Necesito todo borrarlo.
Cuando escribo de ti rara vez publico.
Porque no vaya a ser que alguien lo lea. Y sepa.
Pero escribo de ti.
Para que las manos se me pongan nerviosas, la cabeza se me llene de reguetón y la censura se me altere.