miércoles, octubre 01, 2003

Acabo de ver a un Pablo, algo tiene esta ciudad con Pablo (el gallo) que por todos lados me lo encuentro. Nunca veo a un Paco, un Armando, un Leonardo o un Andrés, no, solo Pablos. Un Pablo con el cabello lacio caóticamente acomodado, un Pablo con su camiseta de franela, un Pablo de piernas delgadas, un Pablo cuando tenía 8 años, un Pablo cuando tenía 15 años. Un Pablo hincha del peñarlo y uno del nacional. Pablos que no me reconocen y uno que otro Pablo que si sabe quién soy. Toda la ciudad, de ningún Marcelino, Jesus, Diego o Juan, solo Pablo.

Capaz

Dice que soy todo el ruido que quiere escuchar. Todo el silencio por el cual quiere ser devorado. Dice que soy un mar profundo, lleno de vid...