caminar bajo la lluvia
o de plano meterte en la regadera con toda la ropa puesta.
tirarte en el piso inmovil,
o imaginar una caida libre desde algún cuarto piso.
tomar mucho alcohol.
comer chocolate.
cantar.
llorar.
escribir.
esperar toda la noche para poder ver el amanecer.
dormir todo el día.
besar a algún chico.
caminar sin rumbo a las 4 de la mañana.
correr por las calles vacias a las 5 de la mañana.
intentar fumar, aunque nunca realmente aprendo.
irme de la ciudad, del estado, del país.
tomar el metro hacia ningún lado.
hay tantas cosas que he hecho en el nombre de la depresión.
extraños placebos que me dejaban sobrevivir el momento.
mi vida ya no es así, a veces si logro llorar. a veces no puedo dormir.
pero ya no es ese caos que quemaba mi piel y me hacía delirar.
ahora todo está tranquilo.