jueves, octubre 27, 2005

De repente todo cambia.

Lo que antes era un futuro falso y gaseoso (en donde yo me podía ver ilustrada como astronauta, espía o psicóloga), ahora es una tela resbaladiza y un poco gelatinosa que si me estiro los suficiente puedo tocar.
El problema es que por más que lo intento esta tela escapa de mis ojos, incluso de mi imaginación.
Ya no me reflejo en nada, ese gas que antes era tan fácil de navegar, ahora es una masa amorfa, densa y pesada que no me puedo imaginar atravesar.

Gas que me dejaba flotar y nunca caer.

Gel que me cubre completamente y mata a todo lo que se deja, mata al astronauta, mata al espía, mata a la psicóloga. El futuro me está asfixiando. El único consuelo es que después de la matanza, aquello que sobreviva seré yo.

Capaz

Dice que soy todo el ruido que quiere escuchar. Todo el silencio por el cual quiere ser devorado. Dice que soy un mar profundo, lleno de vid...