Esa chica que se viste de fresa, limón y naranja;
que se cuelga un collar de bombones,
y que con tacones de caramelo se pone a caminar,
Despierta pensando en un chico, ese chico que la hace temblar.
El chico que la hace sentirse dulce y comestible,
Que la abraza y la tranquiliza,
Que le dice que es bella y no necesita más,
Y ella vuelve a dormir, tierna y confiada.
Y él vuelve a cuidarla.
ella despierta pensado en él y él la despierta pensando en ella.
Y las fresas, los limones y las naranjas tirados por el piso.
Y el collar de bombones quién sabe por donde terminó.
Y los tacones de caramelo? No sé, no son importantes.
Lo que importa son ellos:
la chica que sueña con otros días, y el chico que la hace despertar.
La misma chica que sabe que es feliz, y el mismísimo chico que la hizo así.
que se cuelga un collar de bombones,
y que con tacones de caramelo se pone a caminar,
Despierta pensando en un chico, ese chico que la hace temblar.
El chico que la hace sentirse dulce y comestible,
Que la abraza y la tranquiliza,
Que le dice que es bella y no necesita más,
Y ella vuelve a dormir, tierna y confiada.
Y él vuelve a cuidarla.
ella despierta pensado en él y él la despierta pensando en ella.
Y las fresas, los limones y las naranjas tirados por el piso.
Y el collar de bombones quién sabe por donde terminó.
Y los tacones de caramelo? No sé, no son importantes.
Lo que importa son ellos:
la chica que sueña con otros días, y el chico que la hace despertar.
La misma chica que sabe que es feliz, y el mismísimo chico que la hizo así.