Creo que algo está mal.
Las personas que escriben, los escritores, parecen ser estos seres atormentados preocupados por definir y definirse en este mundo lleno de sinónimos y orgasmos.
Y yo, no soy así… por cierto el párrafo anterior lo inventé sin preocuparme por el verdadero significado de mis palabras…
… fui irresponsable.
Algo está mal.
Yo no puedo ser escritora.
Yo sonrío. Soy feliz…
Yo bailo reggeton.
Yo canto canciones pop… y lo disfruto
Yo, si pudiera, tendía un rabito de conejo… y lo disfrutaría aun más.
Yo, si tuviera un caballo, le pondría un cono en la frente y un dibujo con chispitas en el trasero, y lo llamadita Fru-Fru.
Fru-fru mi unicornio. Y disfrutaría de su sufrimiento con los pegotines de estrellitas en el culo.
Yo no vivo en medio de un lago de brea obscuro y tibio.
Ni estoy preocupada por la tibieza del semen,
ni lo amargo de mi muerte,
ni lo seductor y húmedo de mi vagina.
Yo sonrío cuando despierto porque desperté dentro de mí.
No soy escritora.
No soy una mujer escritora.
No soy una mujer escritora de la frontera norte.
No soy contemporánea
Yo soy la pequeña del rabito que llora de ternura mientras va montada en ese caballo triste que finge ser un unicornio y se llama Fru-fru.