Hoy Bere se fue;
y Bere nunca se había ido.
Siempre supe que esta ciudad le quedaba chica,
pero nunca imaginé cómo sería Tijuana sin ella.
y Bere nunca se había ido.
Siempre supe que esta ciudad le quedaba chica,
pero nunca imaginé cómo sería Tijuana sin ella.
Ayer se me escaparon algunas lágrimas de nostalgia,
por los cinco años que pasamos juntas
tal vez nunca noté lo unida que me sentía hacia ella, porque las dos empezamos a tener caminos distintos hace algunos años.
Sin embargo ella nunca faltaba en mi vida: siempre estuvo ahí, acompañándome a llorar, ayudándome a reír, o simplemente burlándose de mi.
Me alegra mucho que haya encontrado su camino y que tuviera la fuerza suficiente para recorrerlo; Pero la voy a extrañar.