...en la azotea, una Pilsen a la mano, completamente lúcidas y ni siquiera intentando estar ebrias.
Haciendo memoria de lo jóvenes que éramos, sin saber que de eso hacíamos memoria.
Tan lejos, tan lejos.
Empezando de nuevo en otro país.
Deseando cambiar, deshacer los defectos, romper esas paredes que por 20 años habíamos estado emplastando.
Riendo de los problemas que habíamos dejado atrás,
temerosas de la posibilidad de no sólo tener que regresar a nuestra ciudad, sino terminar regresando a nuestra situación.
21, 22 años y nos sentíamos tan cansadas.
pero sabíamos que había más planeado en nuestras vidas, que había mucho más por vivir, conocer y dejar atrás.
Un país entero para entretenernos, y aun así apreciábamos la posibilidad de sentarnos en la azotea, con una Pilsen a la mano y platicar.
Feliz cumpleaños Monks, no sabes cuánto deseo que todas esas cosas que pedías en aquella azotea se te hagan realidad.
Ahora ya casi no nos vemos, pero todos los recuerdos andan frescos en la memoria y te deseo lo mejor.