jueves, septiembre 25, 2008

24 de Septiembre

Las lágrimas caminan tranquilas y tibias por mi cara, inesperadas.
Tenía tiempo de no llorar por él, había olvidado completamente el extrañarlo.
y hoy, sin aviso alguno, las lágrimas; Detonadas por la ligera sensación de tenerlo a mi lado contrastada con una realidad impenetrable: no está y nunca volverá a estar.


Lágrima lenta y tibia, como la muerte que lo consumió. Inapropiada.
...y apagando cada uno de mis sentidos, apagando cada uno de sus sentidos,
se lo llevó, se lo volvió a llevar.

Aquí

Hace tiempo me prometió olvidarme.   Pero aquí estoy. Desnuda frente a su psicoanalista.   Empieza a ser incómodo, my love.   ¿Qué dirán las...