Duele y duele mucho. Saber que por tantas mañanas te abracé y ahora te niegas a pronunciar mi nombre.
A veces duele tanto que deseo nunca más abrazar a un hombre. Espero que mi alma se deshidrate por completo y deje de cuestionarse sobre tantas pendejadas.
A veces duele tanto que deseo nunca más abrazar a un hombre. Espero que mi alma se deshidrate por completo y deje de cuestionarse sobre tantas pendejadas.