Esta es mi verdadera piel, conócela.
Mi verdadera voz te hablará después.
No hay instrucciones; pero te recomiendo el olor de mi cuello.
Casi no hay reglas, pero tampoco todo será como lo deseas.
Esta es mi verdadera mirada, la verdad en mis caricias.
Esta soy yo en realidad deseando, disfrútame.
No me tendrás más que por un diminuto momento.
La verdadera yo, va y viene, es más libre que el tiempo.