Y esta mente gatita por hoy se tira al sol, se tira a rodar en el piso, llenarlo todo con sus pelitos amarillentos, llenarlo todo con el sonido de sus maullidos aburridos.
Esta mente gatita se dispone a dormir una siesta tras otra, a soñar que es una mente gatita que salta por el techo.
Mi mente gatita espera, a una lado del sillón, que el día termine; para poderse pasar a la cama y dormir cálida entre las cobijas.