Quédate con la casa, con esos diminutos jabones decorativos que nunca nadie se atrevió a mojar.
Quédate con los muebles, con la sala, esa estúpida colección de sillones gigantes que siempre supimos eran demasiado grandes para nuestro hogar;con mi librero,incluso con los libros mediocres que no vale la pena cargar.
Quédate con la cama, ya no la necesito, no esa, esa nunca más.
La estufa, el refrigerador, los cajones con el vacio de mi ropa.
Quédate con el coche, las bicicletas, mis patines... ya me encontraré otras maneras de andar...
Quédate con lo que logres recordar, con lo que puedas salvar.
Quédate con el cambio, a donde voy podré generar mucho más.