Solíamos escribir ¿lo recuerdas?
Solíamos narrarnos largas aventuras llenas de sudor y piernas.
Yo te decía crocante, caracola, anfetamina; te llenaba de mis palabras favoritas.
Tú, a cambio, me situabas en escenas rudas; rodeada de olores, dolor y prostitutas.
La novela de todos los insomnios, de todas las carencias.
Escribíamos por las noches, hasta que la mañana acosaba.
Escribíamos para no terminar; para nunca, nunca, nunca, llegar a un final.
Solíamos escribir ¿lo recueras?
Mientras otros se hubieran acariciado; se hubieran penetrado,
Tú y yo escribíamos. La novela de nuestras penitencias.
Solíamos narrarnos largas aventuras llenas de sudor y piernas.
Yo te decía crocante, caracola, anfetamina; te llenaba de mis palabras favoritas.
Tú, a cambio, me situabas en escenas rudas; rodeada de olores, dolor y prostitutas.
La novela de todos los insomnios, de todas las carencias.
Escribíamos por las noches, hasta que la mañana acosaba.
Escribíamos para no terminar; para nunca, nunca, nunca, llegar a un final.
Solíamos escribir ¿lo recueras?
Mientras otros se hubieran acariciado; se hubieran penetrado,
Tú y yo escribíamos. La novela de nuestras penitencias.