jueves, junio 19, 2025

La mejor mamá del mundo

No me siento genial.

No me siento la mejor, 
la mejor mamá del mundo 
como me llamas cuando no te quieres dormir 
y quieres que te lea otro cuento, 
o te expliqué más de insectos, 
o de nubes, o del tiempo. 

No me siento capaz, 
segura, letrada...
como veía a mi madre 
cuando tenía tu edad. 

Y no me siento 
agresivamente productivo, 
creativo, alerta,
como sigue siendo mi padre
cada que estoy en casa. 

Me estreso por la ropa tirada, 
cuando podría estarte cantando. 
y a veces no hago verduras, 
porque comer fuera es más sencillo. 

Y me quedo dormida  
(eso a mi padre también le pasaba)
cuando debería estar lavando platos.
En casa de mis padres, 
los platos siempre estaban limpios, 
y los pisos, trapeados. 

La mejor mamá del mundo
te da medicamento, 
te acurruca, 
y se queda viendo el techo,
preguntándose cómo logrará hacerlo. 

sábado, junio 14, 2025

El mar II

Llegas momentitos y te vas.

Hace mucho, en la playa, me asusté
porque el mar se había ido.

Algunos pulpos quedaban entre piedras;
los localeños los atrapaban para cenar.

Yo, niña criada por la televisión,
pensé que eso del mar era señal
de un tsunami, algo terrible.

Pensé que debíamos escapar.

Mi padre me calmó.
En esa playa, las cosas eran así:
todas las mañanas, el mar llegaba;
todas las tardes, se desaparecía.

Y en su huida, olvidaba algunos pulpos,
ostiones, cangrejos.

Un mar particular,
pienso cuando apareces.

Un lindo mar,
extraño y natural…
cuando te vas.

jueves, junio 12, 2025

La posibilidad

Extraño la posibilidad
de tus ojos
mirando los míos,
acostados.

Ojos marrones
observando ojos marrones,
en silencio,
llenos de deseos y secretos.

Ojos que anuncian sonrisas,
y dormitan por la mañana.
Ojos que se abren y comen
toda la luz de la ventana.

Cosas que una piensa los jueves

¿A dónde se va el amor
que se aburre de solo estar?

Ese amor que espera
setenta y cuatro días,
pero no uno más.

¿Qué nube formaron
mis ganas de verte,
cuando por fin dejaron
este marecito corazón?

¿Qué forma tendrá
esa nube nutrida
por lo que ya no está?
¿Un perrito rechoncho,
algo como un dragón,
o un borrón
sin mucha gracia?

Mi hijo

Le expliqué que, cada que amamos,
debemos aceptar que, un día,
ese amor podrá sentirse como dolor.

Le conté de mis amigos que ya no están,
de cómo siguen aquí adentro,
de cómo aún les cuento cosas
y río con ellos.

Le prometí
que, cuando yo muera,
un pedacito de mí se quedará con él
por siempre.

Y él, callado,
queriendo llorar,
pensando en mi muerte.

Le pedí que me dejara existir
los años que me toquen.
Lamenté no poderle prometer
una cantidad exacta,
no poder decirle la edad que tendré, al final.

Pero hicimos un trato:
de amarnos,
contarnos cosas,
pedirnos perdón
y perdonarnos;
de jugar, de reír,
de comer cosas ricas, viajar…

Hicimos un trato de vivir,
el tiempo que nos quede,
vivir.

sábado, junio 07, 2025

Telegrama

No es un telegrama, 
si alguien me interesa
no ando contando mis palabras.

miércoles, junio 04, 2025

Otros hombres

—¡No lo entiendes, Gerald! ¡Esto siempre será importante!
Le grito,
enfatizando mi seguridad, mi energía,
solo para hacerlo sonreír.
Funciona.

Afuera, el bosque existe.
Está lleno de luz y de frío.
Es marzo,
el único marzo de mis 18 años. 
Gerald observa los árboles 
que parecen huir del tren en el que vamos, 
sigue sonriendo 
y empieza a hablar.

—No, no será así.
Regresarás a tu vida,
irás a fiestas,
conocerás otros hombres,
amarás diferente.
Siempre lo recordarás,
pero cada vez será menos,
y menos frecuente.
Un día,
te darás cuenta de que llevas años sin verlo.
Él, y este sentimiento,
te habrán dejado.
Cuando tengas mi edad,
te acordarás de este momento,
y vas a reír.
Eres joven.

Gerald cierra los ojos un momento.
El sol, filtrándose entre los árboles,
insiste en aterrizar sobre su cara.
Lo entiendo, sol.
Si pudiera,
yo también me echaría ahí.

Con sus ojos azules cubiertos,
sigue sonriendo.
Tiene 27 años.
Aunque lo veo como un señor,
admito que es el señor más atractivo que conozco.

Lo veo perderse un poco del momento.
Imagino que está recordando sus 18,
y el amor de entonces
que ahora asegura haber olvidado.

—No Gerald, eso no va a pasar. 

La risa de aquel alemán
llena el vagón.
Me emociono.
Y sospecho que tiene toda la razón;
amaré a otros hombres, 
de otras maneras.

Ask Again Later

Ni puta idea, responde la bola 8. 
Nunca antes había contestado eso. 
Según yo, tenía solo veinte respuestas,
y todas eran en inglés.

Ni puta idea.
Vuelve a contestar.
¿No hay más?
¿Nada de concentrarme y volver a preguntar?
¿Nada de un “puede ser”, o un “búscate a otro”?

Es miércoles,
y hasta mañana tengo terapia.
Ni puta idea, pienso.
¿Cómo me hace sentir eso?

martes, junio 03, 2025

Mentira blanca

Hoy le enseñé la palabra titubear.
Tiene siete años
y aún no la había usado.

Me dijo:
Sabía que debía mentir,
pero no fue fácil;
las palabras
no querían salir de mí.

Dos

Caminamos por la ciudad,
encontrando pequeñas cosas que amamos:
una mariposa, semillas,
flores con mucho polen.
Le señalo algunos higos,
me pide fotos de charcos.
Caminamos.

Una familia de dos.
Nunca nos imaginé,
pero ahora se siente correcto.

Dos para hablar cara a cara,
o andar lado a lado.
Dos caben bajo un mismo paraguas.
Dos pueden compartir una pizza,
o lograr un simple intercambio de helados:
él siempre pide maracuyá,
y yo siempre pido lo que él en realidad quería.

Caminamos por la ciudad
y hablamos.
Confiesa su primera mentira blanca,
le cuento de mi infancia.
Me pregunta sobre cristales,
y luego me explica cómo será de grande.

Una familia de dos.
Así no lo había planeado,
pero aquí estamos.

El mar

Cuerpos recién bañados
que se vuelven a poner lo de ayer, 
una linda tradición. 

Aretes en la bolsa, 
el cuerpo aún guarda tu fuerza,
como después de un día de olas:
uno se duerme sintiéndose aún en el mar.

Piernas ya lejos de piernas,
cuerpos, ya cada uno con su olor. 
Pieles por fin secas, 
aunque el cabello 
(y el recuerdo) 
siga mojado. 

lunes, junio 02, 2025

Platitos de cartón

En la mesa para niños 
porque no supe mantener un matrimonio, 
no supe ser más interesante, 
o necesaria. 

Con platitos de cartón, 
y pequeñas rebanadas de pastel. 
Hablando con los niños sobre sus vidas, 
porque pues ¿Qué le vamos a hacer?

Noice!

Y el ruido lo escucha atento
(el ruido se esfuerza por dejar de ser ruido un rato).
El caos lo ve a los ojos,
porque sabe que así se debe hacer.

Y eso lo hace titubear.
Capaz la historia no es tan interesante,
capaz el relámpago se le va.
Capaz todo esto de verla de nuevo
es algo que podía esperar.

Lo pone nervioso, mucho.
Pero ama invitarle cervezas a esta tormenta.
Ama verla intentar ser neblina un momento,
controlar el viento de sus ojos
y el silbido de su sonrisa.

Sigue con su historia,
sobre pasaportes y pases de abordar...
El desorden se distrae,
alguien más ha entrado al bar,
el corazón salta,
el incendio, el sismo, el huracán se le va.

Los ojos del caos vuelven a él,
y todo vuelve a ser belleza.
Él, de nuevo, es hombre;
y ese rayo, por unos segunditos,
es una mujer alegre y sonrojada. 

Lo

Quisiera encontrarte en una fiesta,
pero casi no salgo,
y menos tú.

Quisiera vernos,
ganarme tu sonrisa,
enseñarte mi nuevo baile
(te gustaría, te haría reír).

Quisiera encontrarte un rato,
y verte partir
sin miedo,
como la última vez.
Sin sospechar,
que eso de encontrarnos
ya no pasará.

Aquí

Cuando estés listo,
y quieras hablar.
Cuando sepas qué pasó,
tengas dudas sobre mí,
quieras saber de mi vida,
o escuchar sobre mi felicidad.

Cuando necesites pedir perdón,
quieras ser escuchado,
quieras verme poniendo atención...

Aquí estaré,
en la misma dirección,
lista para decirte
que te vayas.