martes, julio 22, 2025

Lo amó

Como Dios manda,
con terror y culpa. 

lunes, julio 21, 2025

Futuros falsos

Es rico pensar
futuros falsos. 
Despertar a tu lado,
mientras me quedo dormida.

Dejarme estar,
donde sea:
frente a tu puerta,
en tu cocina
o sobre ti.

Es lindo vivir
momentos falsos.

martes, julio 15, 2025

3 am

Te usé ayer. 
Para calmarme.
Te imaginé escuchando,
acariciando mi cara.

Y te quedaste ahí,
hasta que volví a dormir.

lunes, julio 14, 2025

Dos besos

La enfermera que me presentó a Bastián lo acercó para que yo le diera un beso. Luego lo alejó un poco, su mirada exploró mi cuerpo y lo regresó.

—Dele otro beso —me pidió.

Me pareció raro, pensé que seguro era una mujer muy cursi o que tal vez mi primer beso no le había parecido lo suficientemente amoroso. Me pregunté si las otras nuevas madres rogaban por darles muchos besos a sus recién nacidos. Le di otro beso y se lo llevó a los cuneros.

Había un silencio irregular en el quirófano y luego demasiadas palabras. La cirujana instruía a su asistente. Supe que algo estaba mal. Toda la cesárea no se habían hablado, sabían exactamente qué hacer, todo era rutina; y ahora hablaban de sostener, suturar, coordinar.

Le pregunté al anestesiólogo qué hacía la cirujana. Me aseguró que todo estaba bien. Insistí. Le pedí que me explicara qué estaban haciendo. No recuerdo si me contestó. Creo que en ese momento las drogas pesadas entraron a mi sangre.

El techo era blanco y la luz era muy brillante. La cirujana entró en mi campo de visión.

—Estás sangrando mucho, hicimos suturas para intentar detener la hemorragia. Vamos a esperar y ver si se detiene. Estarás en observación. Si no se detiene, te vamos a regresar y te vamos a tener que quitar el útero porque si no te quitamos el útero podrías morir —me explicó con ternura.

—Sí, no te preocupes —le dije con una voz muy amable, muy drogada— lo puedes quitar, de todas formas yo solo quería un hijo.

Quería hacerla sonreír. 
Quería que estuviera tranquila. 
Entre la muerte y yo parecía solo estar ella. 
Quería dejarle claro que yo estaba de su lado. 
Me podía quitar el útero, me podía quitar una mano, dos piernas, los dientes, raparme.

—No, no se trata de eso —me respondió con seguridad—. Vamos a salvar tu útero. 
Su optimismo me pareció grato, ingenuo pero grato.

En la sala de observación la enfermera en guardia me examinaba constantemente. Llegaba a mi lado, me saludaba, levantaba mi sábana, apretaba mi abdomen y revisaba cuánta sangre salía. No sé cuántas veces hizo esto, ni sé cuánto tiempo pasó. En algún momento me aseguró que ya no estaba en peligro y luego regresó con alguien más, tal vez un médico, tal vez otro enfermero, tal vez su amigo. Ese otro también vio mi cuerpo y me aseguró que ya no estaba en peligro.

Entre examinaciones, papeleo, análisis y otras normalidades de una clínica pública y gigante pasé ocho horas en la sala de observación. Otras recién paridas llegaron y se fueron. Hubo un cambio de turno. Pasó la hora de la comida. Pasó la hora de la cena. Y yo pensaba una y otra vez que era afortunada, por ese hermoso momento ya no estaba embarazada pero aún no tenía que hacerme cargo de un bebé.

Yo, toda positiva, toda dopada, toda completa, 
acostada sonriente en una camilla ensangrentada.

———————————————————

Unas semanas después, ya en casa, recordé a la enfermera que me presentó a Bastián. Su dele otro beso.

Por fin entendí.

Era un beso de hola y, 
tal vez, 
un beso de adiós.

jueves, julio 10, 2025

Molestia

Me molestó
que insistieras tanto
en besarme,
en querer tocarme.

No solo porque dije,
varias veces,
que no.
Sino por la terrible
hipocresía.

Si supieras que tu novia
anda por ahí
intentando lo mismo
con otro...
¿Qué harías?

¿Qué sentirías si supieras
que a tu novia
un hombre la tuvo que correr
de su depa,
para poder quitársela de encima?

¿Cómo la verías?
¿Cómo te ves?

Muchos hombres han insistido.
No es nuevo.
Cuántos otros me han dicho:
Pensé que tú también querías,
cuando obvio no.

El que me quiero coger
lo sabe.
Porque le digo:
Te quiero coger.
Y le digo:
Me gustas.
Y le digo:
Te quiero ver.

Tú solo llegaste,
ignoraste mi charla
y te empezaste a acercar.

¿Qué parte de yo
hablando de otro
era un plan para seducirte?

Me molestó
que insistieras tanto
en no verme,
en no escuchar,
en no entender.

lunes, julio 07, 2025

No es terrible

No es terrible
querer tocarte.
Así que no me culpo
por ello.

No me castigo
por desear tu deseo,
ni por pedirte
que vengas.

No me preocupa
parecer un tanto boba,
demasiado disponible.

Lo estoy.

Nada de malo
con esperar,
sugerir, 
coquetear,
y capaz hablar de más.

¿Qué más da?
Es mi verdad.
Quiero que me toques.
Y te quiero tocar.

sábado, julio 05, 2025

Sube

Llevaba demasiados años
de no subir
a un depa
solo para ver
a un hombre.

O no lo sé.
Hay cosas que,
simplemente,
ya no recuerdo.
Ya no me importan.

Las otras veces,
los otros pisos,
las otras puertas...
no aparecen
en mi memoria.

Sube,
dice el mensaje.

Y subo.
Timbro.
(Él) abre.
Y así empieza la tarde.

Y de otras tardes,
noches,
mañanas,
que (seguro) aquí
escribí,
ya no retengo nada.

viernes, julio 04, 2025

Un algo

Entró con miedo,
como un vampiro no acostumbrado a su rutina,
como un hombre casado visitando a una ex novia,
como si temiera reventar una burbuja.

No había burbuja.
Solo paredes decoradas
con ilustraciones
y fotografías tomadas por amigos.

Fruta,
dos gatos,
luz cálida.

—Tu depa es hermoso —le dijo.
Su voz se rompió
en la última o.

La última o delató
todo el terror que llevaba adentro,
el dolor de sentirse
ya olvidado.

Ella lo observó.
De sus ojos no se escurría
ni una palabra.

Ojos marrones, enormes,
llenos de silencio (para él).
Sus ojos normalmente cantan,
sus ojos casi siempre sonríen.

—En verdad, es hermoso —repitió.
Porque pensó que tal vez ella
lo había imaginado
otra de sus mentiras.

—Lo sé.
Es mi casa —ella contestó.

En su voz,
un algo frío,
o serio,
o sencillo,
o limpio.

Un algo
que él nunca sabrá descifrar.

El algo que ocurre en la voz
cuando alguien te miente
y decides citarlo en tu depa
para dejarle saber
todo lo que piensas
de todo lo que hizo,
y todo lo que nunca
lo volverás a respetar.

viernes, junio 27, 2025

Te soñé

Te soñé.
Pero solo eras una mano
que se deslizaba desde mi espalda
hasta una parte calientita de mi alma.

martes, junio 24, 2025

Ñom

Amo salir a cenar,
que alguien invite algo.
Es lindo,
como si los años de gente diciéndome que hablo demasiado
por fin se derritieran.

Me encanta sentir que mi charla se paga con comida.
Sé que hay otras cosas,
otras agendas,
intereses,
fantasías,
pero no me importa.

Cuando era pequeña
soñaba con ser un hombre de negocios,
solo para recibir en Navidad
canastas de comida y fruta.

Supongo que esto es lo más cerca que he llegado:
no soy un hombre de traje y zapatos bien boleados,
sino una mujer que hace preguntas,
escucha, sonríe,
y come un montón de alitas
mientras de cuenta de Uruguay.

lunes, junio 23, 2025

Lo imagino así:

Hace mucho tiempo, más de veinte años, me dio un pedacito muy brillante de él
(los pedacitos de juventud que uno regala, suelen brillar).
Y yo lo guardé.
Lo guardé bien.
Junto a otros pedacitos:
el del exnovio que aún extraña a mi mamá,
el de mi primer mejor amigo,
el del primero que me regaló una flor,
el del chico ese que solo me hablaba en una de cada cuatro fiestas.

Y cada vez que algo grande pasa en su vida, regresa.
Viene a verlo.
A ver si aún lo conservo.
A ver cómo lo sostengo.

Le gusta observar su pedacito de juventud brillar en mis manos.
Lo calma.
Se reconocen: el pedacito y él.
Pero no se lo lleva.
Le da miedo perderlo.
Me lo deja. Y se va.

No vuelve a buscarme, por un buen rato.
Hasta el siguiente dolor.
La siguiente crisis.
El siguiente desamor.

Hey! ¿Cómo vas? Hace tiempo que no hablamos.
Aparece en mi celular.