Ha estado soñando con piernas, desde hace años.
Piernas como estas, me dice.
Las mías.
Grandes, añade.
Piernas como estas, me dice.
Las mías.
Grandes, añade.
Lo son.
Aunque yo las llamo fuertes.
Se sienten fuertes.
Caminan mucho.
Saben nadar bien.
Se cansan cuando corro por la mañana
y luego sostienen todo el día.
Hermosas piernas grandes, balbucea,
mientras sus manos las acarician.