El mar vale la pena porque es.
Enorme,
potente,
azul perfecto.
Enorme,
potente,
azul perfecto.
El mar vale la pena porque verlo me calma,
me hace sonreír,
me obliga a pensar.
No le pido al mar que me vea como yo a él,
ni que me quiera,
ni que me desee.
El mar vale la pena porque es.
Lejano
o envolviendo mi cuerpo
solo es.
Enorme,
potente,
azul perfecto.