15 de septiembre:
El menú: mucho vino y algo de tequila.
La estrategia: Convencimos a 10 uruguayos de que pistiaran con nosotras para festejar nuestra independencia. Cuando nos corrieron de la casa por el ruido dos fuimos a un parquecito a seguir tomando y gritar a las 2 de la mañana Viva México!... regresamos a la casa y ahí la fiesta no terminó sino hasta como las 6.... pobres uruguayos que tenían clases al día siguiente.
El resultado: Muerte para las dos mexicanas y uno que otro uruguayo.
16 de septiembre.
La cruda: No tanto fue cruda sino el hecho de no recordar muchas cosas de la noche pasada (ehehm... como unas 3 horas).
La estrategia: Esperar a Juan Pedro (el único que siempre está sobrio) y sacarle información sobre la noche.
El resultado: He decidido nunca más tomar de esa manera, no fue tanto el caos que hicimos sino el hecho de no recordarlo. Al final llevo ya una semana en la que no he tomado casi nada e igual me la he pasado muy bien.