Ayer fue un día muy extraño, creo que hubo de todo y al mismo tiempo no hubo mucho. Antes de las 9 de la mañana ya había pasado por tener que ignorar cosas de la vida, que hueva que hueva pero así debe ser.
Luego pasé a una sesión de dos horas de: descuarticemos el alma de Amaranta, cuestionemos sus razones para vivir y veamos como contesta preguntas filosóficas.
Seguida gracias a Dios, por una clase con Osvaldo Arias (lindo Osvaldo Arias que a cualquier persona puede hacer sentir mejor).
Clase de Cine: una exposición de lo más aburrida... el mayor problema, yo la estaba dando L... hacia calor, las personas no me querían escuchar, todos queríamos estar en otro lado y aun así yo estaba enfrente hablando de cosas aburridas y sudando como un chancho.
Después cuando debió haber sido la hora de la comida, yo hice algo mejor... me quede acostada en mi cama. Dios, esa cama como la adoro. Un pequeño pedazo de este mundo que nunca me trata mal, y que uno que otro día se comporta de una manera espectacular.
Ya no quería seguir, tenía ganas de mandarlo todo a la mierda. Pero uno vocecita me dijo que no me rindiera.
Flamenco, ok todavía no aprendo a bailar, pero la verdad creo que esta vez me fue mejor. Después a nadar un rato. Y el mejor final.
Ver la tele... raro, ver un poco de deportes, de los simpsons te hace olvidar que tu día pudo haber sido muy malo. Entré a mi cama, y mi día termino. Pero extrañamente, un día que había sido de los peores termino de lo mejor.
Yo cansada, con mi panda en los brazos y dispuesta a soñar....
Mal pedo que tuve pesadillas.