jueves, febrero 19, 2009

Florida contigo.

El calor entra por la venta, por la piel, por lo mente...
Entra y se acumula en mi cuello, en mis piernas, mi voz.
Entra y me hace sudar, pensar, planear.

El calor, nada sutil, hace hervir el caldo de verduras,
hornea el pollo y me reduce a una bestia coqueta.
Un animalito avivado en una espera feliz por que sean 5 pm:
Momento en el que tú decides llegar y el sol opta por irse
(dejando atrás un camino largo de temperatura y deseos).

El calor, que atenta contra el helado de fresa,
y es cómplice de las hormonas;
invade con entrega, día tras día, nuestra casa.
Algún día habrá tormentas y huracanes;
pero por el momento, con este calor adolescente es suficiente

Detox

Por mi parte, será detox, vomitar primero tus brazos.   Los extrañaré, pero necesito que estén afuera.   Luego tus piernas, tu torso, tu bob...