La van a matar - me advertía -
Pero es sólo una actriz, es ketchup no es sangre.
Yo te digo, yo te aviso.
Cierra los ojos, no veas.
Yo me tapaba los ojos con las manos.
Cuando la mujer gritaba cerraba con fuerza los párpados,
olvidando que no había manera de tapar el sonido cubriendo los ojos.
Todavía no, todavía no veas - decía, cuando la mujer por fin callaba
y yo abría un ojo...
Quería saber sobre el silencio.
Espiaba.
Pocos quiere saber cómo se ve un asesinato;
pero todos queremos espiar a la muerte.
Abría un ojo y lo dejaba absorber todo.
Nunca era una actriz,
nunca era ketchup;
Era una mujer hermosa, muerta.
No más amigos,
no más familia, ni días felices,
no más charlas con desconocidos.
Una mujer fragmentada,
derramando tejido que antes estaba intacto dentro de ella
Fade Out
Y alguna otra mujer viva en la pantalla.
Ya puedes ver - decía mi madre.
OK, gracias - contestaba, con la voz más tranquila que lograba fingir.