Hace tiempo me dio un libro, el cual por cierto me aburrió; era sobre una mujer, en realidad una chica, (bailarina, con futuro en su arte) que se enamoraba de un chico, uno de esos mucho que andan por el mundo.
Se iba a la ciudad (la gran ciudad, centro del país, llena de terrible violencia) siguiendo al hombre y luego todo salía mal. Ella nunca volvía a tener la gracia o la edad que poseía en la página uno y él… ahora que lo pienso, no recuerdo qué pasa con él.
Cuando me dio el libro me dijo “Es mío, pero te lo doy; porque cuando lo terminé pensé en ti”. Yo, en ese entonces saliendo apenas de la secundaria, al terminar el último capítulo pensé: Pero ni bailarina soy… y no tengo novio.
Ahora de 27, destinada a nunca más tener 14, entiendo la extraña broma o advertencia; y me pregunto si era en verdad tan claro el camino que estaba frente a mí.
Se iba a la ciudad (la gran ciudad, centro del país, llena de terrible violencia) siguiendo al hombre y luego todo salía mal. Ella nunca volvía a tener la gracia o la edad que poseía en la página uno y él… ahora que lo pienso, no recuerdo qué pasa con él.
Cuando me dio el libro me dijo “Es mío, pero te lo doy; porque cuando lo terminé pensé en ti”. Yo, en ese entonces saliendo apenas de la secundaria, al terminar el último capítulo pensé: Pero ni bailarina soy… y no tengo novio.
Ahora de 27, destinada a nunca más tener 14, entiendo la extraña broma o advertencia; y me pregunto si era en verdad tan claro el camino que estaba frente a mí.