Fue con un sobre,
lo pasé muy rápido entre mi dedo índice y mi dedo medio;
dolió.
Sorprendida fui con mi madre;
le expliqué mi shock
y ella dijo: Si, así pasa, duelen mucho
y se llaman cortaditas de papel
pensé:
¿Por qué?
¿Por qué el papel se siente en la necesidad de cortar?
¿Acaso, cómo es tan débil, necesita un arma secreta?
¿Por qué no me quiere?
Mi madre, entendiendo el cerebro chuequito de su hija,
me explicó:
Si, hay que comprender que algunas veces en el mundo,
lo que nos parece insignificante puede lastimar
y las heridas que deja son las que más duelen.
Y esta es tu primera cortada de papel,
habrán más.
Lo odio - pensé.