Hace tiempo me regalaste un reloj,
En el aeropuerto pensaron que era una bomba;
Me mandaron a una fila especial y analizaron mis calzones.
Eso es lo que me haces, desde que te conozco me complicas los días,
Y te adoro por ello.
“¿Es normal que no pueda cerrar las pupilas?”
Y con calma me explicaste que no sólo era normal, sino también genial.
“¿A dónde vamos?”
Y me aclaraste que el lugar no importaba.
“¿Qué horas son? ¿Dónde estamos? ¿Cómo llegamos a casa?”
“No te preocupes, casi segura que sé por dónde es.”
Y de mí no salió ni otra pregunta.
No sólo llegamos a casa, sino que tuvimos tiempo de pasar al mercado,
Comprar verduras y desayunar una empanada.
Te adoro por todo esto.
En el aeropuerto pensaron que era una bomba;
Me mandaron a una fila especial y analizaron mis calzones.
Eso es lo que me haces, desde que te conozco me complicas los días,
Y te adoro por ello.
“¿Es normal que no pueda cerrar las pupilas?”
Y con calma me explicaste que no sólo era normal, sino también genial.
“¿A dónde vamos?”
Y me aclaraste que el lugar no importaba.
“¿Qué horas son? ¿Dónde estamos? ¿Cómo llegamos a casa?”
“No te preocupes, casi segura que sé por dónde es.”
Y de mí no salió ni otra pregunta.
No sólo llegamos a casa, sino que tuvimos tiempo de pasar al mercado,
Comprar verduras y desayunar una empanada.
Te adoro por todo esto.
“¿Crees que puedo ser amada?”
Y me regresaste una cuartilla con todo lo que una verdadera hermana escribiría.
Gracias.