domingo, junio 19, 2011

Gracias

Hace tiempo me regalaste un reloj,
En el aeropuerto pensaron que era una bomba;
Me mandaron a una fila especial y analizaron mis calzones.
Eso es lo que me haces, desde que te conozco me complicas los días,
Y te adoro por ello.

“¿Es normal que no pueda cerrar las pupilas?”
Y con calma me explicaste que no sólo era normal, sino también genial.

“¿A dónde vamos?”
Y me aclaraste que el lugar no importaba.

“¿Qué horas son? ¿Dónde estamos? ¿Cómo llegamos a casa?”
“No te preocupes, casi segura que sé por dónde es.”

Y de mí no salió ni otra pregunta.
No sólo llegamos a casa, sino que tuvimos tiempo de pasar al mercado,
Comprar verduras y desayunar una empanada.
Te adoro por todo esto.


“¿Crees que puedo ser amada?”
Y me regresaste una cuartilla con todo lo que una verdadera hermana escribiría.

Gracias.

Capaz

Dice que soy todo el ruido que quiere escuchar. Todo el silencio por el cual quiere ser devorado. Dice que soy un mar profundo, lleno de vid...