Te lloré una vez y luego acepté que ese no era mi lugar,
Estaba mintiendo, estaba enojada no triste,
Estaba preocupada por mi futuro, no pensando en nuestro pasado;
No eran tiempos para llorar.
Te lloré una vez y luego pensé: “Mierda, mi vida es un caos”
Las lágrimas se fueron secando, mientras en el techo se ilustraban planes.
El tiempo te fue dejando, mientras la noche fue entrando en mí.
Y llegada esa nueva mañana, habiendo delineado mi nuevo camino,
Desperté a seguir terminando mi vida,
Esta nueva versión sin ti.