Me pregunto si piensas en mí.
No en modo colegiala,
no preguntándome por suspiros secretos;
más bien en modo forense,
en modo qué chingados pasó aquí.
No en modo colegiala,
no preguntándome por suspiros secretos;
más bien en modo forense,
en modo qué chingados pasó aquí.
El sentimiento lo coloqué en mi pared
montado sobre alfileres.
Cada tanto pierdo el tiempo frente a él.
Me maravilla que algo así pueda existir,
me sorprende lo hermoso e inerte que es.
Tiene colores que nunca antes vi, es frágil.
Alguna vez recorrió el tiempo, fue imponente, y ahora es algo,
un algo que me hace pensar.
Me pregunto que hay colocado en tu pared.
Y me pregunto si piensas en mí.
De tu lado cómo se ve.
Qué clase de maravilloso algo está expuesto en tu pared.
O tal vez nada, como el silencio,
como el no saber.
Tal vez tu pared es solo blanca, y eso fue lo que pasó.
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