Noches de ardilla frenética,
mañanas confusas y lentas.
Noches de corazones al aire
y esencia de hormonas.
Mañanas eternas y pesada.
Noche de escenas grotescas con sangre y tinta.
Noches de palabras desgarradas,
sueño trastornado, pensamientos eróticos.
Mañanas que llegan ansiosas.
Noche de raves mentales,
de vómito narrativo,
de pensar en ti.
Mañanas solas.