viernes, mayo 16, 2008

hojuela azucarada

echo de menos a esa mujer que se recostaba en mis palabras a tomar pequeñas siestas.
la misma que me acurrucaba en sus torso y me cantaba canciones tristes y lejanas.
La de cabello eterno que navegaba en mar abierto.
La mujer con piel recién horneada.

Extraño que mi vida sea gelatina de sabores en sus manos,
suculentas anécdotas escurridizas y azucaradas.
Mis depresiones, simples hojuelas crocantes.

extraño ser simple en sus ojos.
normal, tan normal que la hice huir.

Capaz

Dice que soy todo el ruido que quiere escuchar. Todo el silencio por el cual quiere ser devorado. Dice que soy un mar profundo, lleno de vid...