Tierra del los chicles de uva perfectos.
Japón, que fue nuestro cuando no teníamos nada más qué conquistar.
Japón en la cocina; esperar el arroz blanco mientras la mente se llenaba de sake.
Sopa miso, delicada seda para esta lengua hambrienta.
Japón, que nos acompañaba los sábados, nos despertaba los domingos.
Ramen antes del cine.
Tempura, mi favorito.
Japón, nuestra región secreta.
Japón, país de los días maravillosos.