Mi escrito para Palabras Domingueras; tema: Segundas Oportunidades.
Dejé de escribir, dejé de escribir por completo
(pensando que era una terrible vanidad) .
Dejé de narrarme mi vida por las noches.
De cargar libretitas y plumas a todos lados;
Servilletas con bosquejos de cuentos.
Dejé de usar las palabras para relatar lo que sentía, lo que tocaba, lo que anhelaba, lo que extrañaba…
Y por todo esto, por haberlas negado, las palabras me dejaron.
Silencio.
Un silencio horrible.
Un silencio lleno del tráfico de la ciudad,
De peleas ajenas y peleas personales.
Un silencio patético en el que sólo las voces de mis jefes habitaban.
Un silencio sin aves, sin sudor, sin látex, ni pieles; sin vestidos floreados o mujeres hermosas.
Un silencio con ventanas cerradas,
Con mil preguntas no hechas y personas no conocidas.
Medio año sin palabras.
Medio año sin tinta.
Dejé de escribir. Dejé de soñar. Dejé de llorar.
Dejé que todo me pasara y dejé de reclamar.
Dejé, sobre todo, de desear, de amar, de extrañar, de pensar.
Nada en este mundo me importaba; porque no era vanidad…
Porque, lo quiera o no, soy escritora;
Y sólo escribiendo sé vivir.
Y aquí estoy. Empezando el año en abril.
Segundas oportunidades para las palabras y para mí.