De nuevo frente a esta pared blanca, la que se niega a ser sólo blanca y callada. De nuevo tratando de no hablar y hablando al final. De nuevo con todas estas ganas de ser la otra chica, la chica que nunca podré ser. De nuevo la misma piedra me hace tomarla y aventarla a la misma ventana.
Errores del pasado que parecen más bien ser pasatiempos. Errores de personalidad que al final, serán lo único que me quedará.