Todo me cubrió de una telita diminuta y luego la arrancó para dejarme desnuda;
Me beso la piel, desde el lunar del cuello hasta la cicatriz en la pierna.
Susurró a mi oído que por siempre me amaría, y luego, Todo, cambió aun a mi lado.
Ahora se presenta, frente a mi mente nerviosa
(vestido con pantalones diferentes, oliendo a otro perfume;
otra voz, otras palabras, otra mirada); me lleva a su cama.
Todo ha cambiado de nuevo, sin que estuviera informada;
Mientras yo buscaba palabras, se hizo otro hombre.
No puedo evitar besarlo (labios distintos, el sabor desconocido).
No puedo detener a mis brazos que envuelven sus ideas.
No puedo dejar de pedirle que siga, que nunca me deje de tocar.
(Todo, quédate conmigo otra vez).
Todo piensa cambiar y no tengo las palabras para disuadirlo.
Siempre muda así, no sabe sobre otras maneras de existir.
Cuando lo haga, lloraré por días; perderé la cálida calma de su cuerpo.
Todo piensa cambiar y no tengo las palabras para disuadirlo
y aun este pánico no es suficiente como para detener mis pasos,
este miedo no me hace desearlo menos.