Deja que el mar te bese,
gotita a gota, mientras te hundes.
Deja que el mar te lleve
a una tierra de sueños rosas;
Que la sangre se haga marea
y los huesos conchas.
Deja que el mar te cante,
que te arrulle, que te duerma.
Que los peces tomen tus manos,
la sal te haga un velo;
Que el profundo azul te tome como esposa,
todo con un diminuto esfuerzo.
Deja que el mar te bese,
que el mar te cante,
que el mar te lleve.