Mi tinta saliva narra todo sobre tu piel. Es por eso que nada llega a esta página.
Mi tinta de lágrimas deja novelas en pasillos lejanos, es por eso que nada toca el papel.
Mi tinta de sangre se escurre por las venas hasta calentarlo todo;
mientras, mi tinta voz gime tu nombre, una y otra vez, al viento, al techo, hacia el pobre vecino que nunca dejamos dormir.