Lo extraño es, que estoy casi segura que deseas preguntarme algunas cosas, que te encantaría decirme otras.
Me gustaría que fuese posible. Me gustaría que tu invitación a café e insultos algún día me llegara.
Amaría tomarme un americano mientras intentas hurgar mi mente, comer mi calma.
Otra tarde contigo sería, por lo menos para mí, un evento recreativo.
Lo interesante es que esto se lo podría dedicar a más de uno, a más de cinco incluso.
¿Qué me ha pasado? ¿Acaso ya nunca soy clara en el momento de la partida
O es que me he vuelto caótica en mis relaciones personales?
O tal vez me gusta; esta fantasía de dejarlo todo tirado, huellas por todos lados, y luego imaginarte tratando de resolver el caso (Sin poder, obvio, es importante que no puedas).