Me hablan al odio,
narrando momentitos que nunca viví.
Sus recuerdos: el dolor, la ansiedad,
sabores que sólo he logrado soñar.
Describen pieles desconocidas,
pecas secretas, cicatrices de infancia.
Escenas sexosas en las que nunca participé,
pecados antiguos, deseos completos sin censura.
Vivo junto a la esquizofrenia
y me tomo todos los días mis pastillas de vitamina C.
Inculco sus historias, las apremio con tiempo;
Me despierto, tomo demasiado café y los espero.
Como porno mental es esta inspiración.
Y me pregunto si soy yo, si hay en verdad un Ellas,
si las puedo culpar por lo sucio o si todo está en mí.
¿Seré una personita macabra y ambigua?
¿Un medio para mis musas eternas o una terrible escritora?
... jajajaja no, definitivamente macabra, ambigua y vitaminada.
Sorry, me dio mucho calor a medio escrito y perdí el hilo jajaajjajajaa.