viernes, agosto 15, 2025

Free will

Recordé que tenía free will,
así que dibujé caritas felices en mis uñas.
Te sonreí, incluso cuando no me veías.
Y te amé,
aun cuando amarte no era del todo apropiado.

Te amé para mí,
para sentir adentro
el calor de todos esos soles viejos
despertando.

Recordé que era libre
de desearte todo lo que quisiera desearte,
y te deseé, todo lo que pude.
Solo para ver ese deseo adentro,
nadando en mi cuerpo,
pasando de mis labios a mis piernas,
rebotando entre pezones,
manteniendo mi mente caliente.

Y te quise también con ternura,
porque tenía ternura de sobra
y hacía tiempo quería usarla.
Y te admiré porque me gusta admirar,
y te viví:
cada segundo, cada ratito honesto.

Capturé en mi piel detallitos de tu cuerpo:
la fuerza, la presión,
la diminuta caricia de la primera cita;
porque fui libre de hacerlo.
Y los guardaré, aún.

Porque quiero.

Manos

El cuerpo pide manos.

Manos en el cuello, 
apretando ligero.
Lo suficiente. 
Lo necesario.

Unas en la espalda, 
acariciando y rascando;
con uñas cortas, con uñas largas,
dejando marcas:
caminitos rojos, 
calientes, 
elevados.

Los pies, manos que los estiren.
Los tobillos, manos que los atrapen.

Las piernas, unas que las recorran.
Unas que den masaje.

El cuerpo pide manos. 

Manos que pellizquen,
que aprieten,
que sostengan,
que jalen,
que acomoden.

Y labios.
También quiere labios.

Y algunos ojos.
Y voces.

Y cuerpos enteros,
con mentes,
con tiempo y calma, 
y sus propios deseos. 

miércoles, agosto 13, 2025

La playa

El sol que se acurruca en la piel
y la piel que lo reconoce.

Es el mismo sol,
de la infancia,
de la adolescencia,
de hace algunos días.

La arena se va adueñando de los pies,
y también ha logrado llegar al cabello.
El agua se evapora de mí,
dejando rulos desordenados.

El mar se niega a ser el mismo,
no quiere ser reconocido.
Cambia de color, de ritmo,
de fuerza.
Este mar es este mar,
no un mar atrapado en recuerdos.

Y yo, cubierta de sol y arena,
me mantengo aquí y en todos lados.
Me sorprendo con los pelícanos que he visto mil veces,
busco conchas que ya he recolectado,
y me río con las gaviotas
que de nuevo intentan robar mi comida.

Vivo entre lo que se repite
y lo que cambia,
como cualquier mortal.
En paz, con los labios salados,
frente a un mar que un día se habrá evaporado
y bajo un sol 
que un día explotará.

martes, agosto 12, 2025

Piernas

Ha estado soñando con piernas, desde hace años. 
Piernas como estas, me dice.
Las mías.
Grandes, añade.

Lo son. 

Aunque yo las llamo fuertes.

Se sienten fuertes. 
Caminan mucho. 
Saben nadar bien.
Se cansan cuando corro por la mañana 
y luego sostienen todo el día. 

Hermosas piernas grandes, balbucea,
mientras sus manos las acarician. 

Quisiera

Quisiera bailar increíble, pero increíble.
Para poder expresar mi frustración con danza
y que el resultado sea potente, profundo, dramático. 

No leve chistoso. 

lunes, agosto 11, 2025

Te recomiendo salir

Te recomiendo salir.
Meter tu corazón a la bolsa,
ponerte unos buenos tenis
y salir.

Conocer.
Hombres que amen y hagan música,
y la expliquen con calma;
que estén haciendo algo grande,
algo con coros y orquesta,
algo que te maraville.

Y busca hombres que sepan hacer pasta,
que tengan muchas recetas por compartir;
que aprecien el esfuerzo que te toma hacer galletitas,
y pregunten por los ingredientes de tu estofado.

Toma tu corazón y envuélvelo un poquito,
tal vez ponlo en una Ziploc
antes de meterlo a tu bolsa.
Que no vaya tan expuesto,
que no deje líneas de sangre por todos lados.
Pero llévalo.
No lo dejes en casa.

Sal y busca hombres amantes del café,
que tengan tardes complicadas, poco tiempo,
pero buena charla.
Y saxofonistas,
que te expliquen sobre dar clases
y se rían de tus bromas más bobas.

Un comediante.
Un hombre lleno de miedos.
Uno triste, uno confundido, un fetichista.
Hombres de ciudad y hombres que crecieron en la playa;
te recomiendo, sobre todo, a los que surfeaban.

Te recomiendo, si puedes,
encantar a un escalador,
solo por saber que puedes hacerlo.

Y hacer preguntas.
También contestarlas.

Reír a carcajadas
en medio de un bar, o en una barra.

Te recomiendo
recordar lo que eres
entre muchos desconocidos.
Meter tu corazón a tu bolsa,
elegir un buen vestido,
y salir.

martes, agosto 05, 2025

Y ya.

A veces, 
lo que una chica necesita 
es ser el fetiche de alguien.

Y ya.



(... aunque bueno, depende el fetiche). 

lunes, agosto 04, 2025

Cómo existir sin plan

Eres agua, y yo soy viento.
O algo así.
Yo, un montonal de palabras,
y tú, silencio.

Como si embonáramos. Perfecto...
pero igual no.

No escribas tantos enunciados de lo que no es.
No le cantes tanto a los que no están.

No te inspires en lo que no sobreviviría mucho tiempo
sin ese oxígeno directo que le debes dar.

No pienses tanto en ese hombre.
Deja de acariciar tu cuerpo.
Siéntate derecho.
Mira al frente.
Respira hondo,
y acepta tu soledad
”.

Consejos que nadie me ha dado,
últimamente.
Pero tal vez,
alguien me los debería dar.

No temas el silencio que dejan los hombres
cuando se van.
Ni a la mirada
de todas las otras mujeres
a las que sí han amado.

Deja de imaginar lo que se siente
una caricia sobre la piel que es deseada.
Deja que tu alma
se estire,
se olvide de los demás
”.

Consejos.

No te sonrojes por existir
en un mundo que no te tenía en el plan
”.

Eres agua, y yo viento.
O eres un alguien, y yo un otro.
Sin razón,
sin necesidad de ser amarrados con palabras,
sin una narrativa clara.

No cada conexión la debes explicar.
No la hace menos,
o más real
”.

El mar III

Esa agua,
que no refleja.

Se mueve tanto,
que es ruido, espuma,
y vida abajo.
Imposible tratar de ver, en ella,
reflejada mi mirada.

Esa agua en la que no me veo,
a veces más bien porque está
tranquila,
pura,
limpia.

Y me deja ver todo lo otro:
el mundo que en ella habita.

Y quisiera verme.
Me daría calma.
Saber que sigo,
saber que estoy.

Pero hay aguas
que no son para eso.

sábado, agosto 02, 2025

Soltería

Claro que me siento sola,
algunos días, algunas horas, algunas noches.
Y me pregunto: ¿qué tanta soledad habrá de aquí a mi muerte?

Y sube la fiebre, el terror, la piel caliente.
El aire se va.
Y debo recordar que estoy bien.
Usar las técnicas de terapia,
escuchar a las otras Amarantas.

Algunas veces solo quiero robarle a alguien su cerveza,
acurrucarme en unos brazos,
ver tele a su lado,
cantar en su carro.

Algunas veces quiero aprender a hacer otro tipo de pasta,
probar un restaurante,
intentar (poquito) aprender a bailar salsa.

Claro que es obvio, en muchos momentos,
que la vida de a dos es más sencilla.
Alguien con quien hablar de la película,
alguien que te mande música,
alguien que acaricie mi mejilla.

Claro que me siento sola,
algunos minutitos, algunos segundos, algunas semanas.
Algunas veces quiero que me toquen y me digan que me veo linda.
Quiero tocar a alguien,
y perderme en él un rato.

Es lo normal, lo esperado.
Pero no es todo.
El viento sigue, el sol es hermoso,
sonrío, y amo.
Tengo amigos, tiempo, letras…
y soltería, soledad. Tristeza.

Es un todo.
Soy un todo.
Y claro que quisiera, a veces, ser tan solo la mitad de un algo.

Pero. 
Por el momento. 
Esto es lo que tengo. 

Turismo sexual

Entras a mi vida.
Una noche. Otras noches, no estás.

Preguntas sobre lo que hago,
mis tradiciones, mis comidas.
Te interesa uno que otro ritual.

Frente a mí, pero lejano.
Pasaporte en mano…
para poder entrar, sí,
pero, en realidad, para no quedarte atrapado.

Lo disfrutas. Ríes. La pasas bien.
Te quedas un rato.

Me valoras porque no estoy en tu tiempo,
en tu espacio. Porque no pertenezco.
Exótica, yo. Desde mi realidad.
Un humano con sentimientos.
Completo.
Extraño.

Comes con hambre, después de nadar. Dormitas.
Tu piel tiene el color del verano,
y sonríes, satisfecho de estar,
y tranquilo porque no te quedarás.

viernes, agosto 01, 2025

Uno de esos días

Uno de esos días en donde, adentro, todo está callado.
Lo que es raro.

Porque, adentro, normalmente alguien siempre canta,
alguien cuenta los pasos,
y alguien más recuerda amigos.

Uno de esos días sin nombre:
no un martes, no un miércoles,
menos un jueves.

Afuera, el tiempo pasa en el cielo.
Los colores cambian.
Las aves salen a cazar,
y terminan la caza.
El mar entra,
y luego se va.

Pero adentro,
nada se mueve.
Como una foto calladita
del último momento
con sonido.

Nadie cambia de lugar.
Ningún amor crece.
Ningún dolor se olvida.
Adentro, nadie habla.

Nadie aparece.
No escucho consejos.
No tengo compañía.

La voz de mi abuela se pierde.
La sonrisa de Gerald se olvida.
Tu mirada, en esa mañana,
se escurre a la nada.

lunes, julio 28, 2025

Lullaby

Cuando me acuesto,
apareces
a mi lado,
como magia.

Siempre ahí,
feliz de verme,
acurrucado.
Es chistoso.

Y te pregunto algo.
Contestas
con muchas palabras…
aunque a veces no.

A veces,
incluso en mis fantasías,
guardas silencio.

Y te cuento
un pedacito de mi pasado,
un algo
que no te había contado.

Cuando me acuesto,
estás a mi lado
y escuchas sobre mi vida.

Y te veo sonreír.
Es raro, lo sé.
Pero sonrío yo también,
y así me quedo dormida. 

viernes, julio 25, 2025

En julio

Le conté de ti. 
Obvio, no todo. 

Le conté de aquella noche,
la del helado...
que me cuidaste.

Le conté de los días 
que hemos pasado:
hablando,
enviando videos,
compartiendo. 

Porque quería que supiera
que la vida sigue…
que, aun en las épocas calladas,
uno encuentra personas
con tiempo 
y cariño.

Soy

Soy
ojos que aman la luz de la madrugada,
una nariz que adora la toronja.

Lengua para lamer,
lengua para besar,
lengua para hablar de más.

Uñas que no logran mantenerse pintadas,
pies que chocan con orillitas de camas.

Orejas perforadas.
Cejas: primero pobladas,
luego dispersas.
Cejas raras.
Cabello esponjoso
que se despierta feliz.

Soy
un cuello cansado,
una espalda que necesita masaje,
un culo que se me olvida apreciar,
pero que ahí está.

Soy brazos que cargan un hijo,
y piernas que me llevan a correr.

Soy manos que hacen pasta,
manos que escriben esto,
manos que quieren acariciar.

Soy recuerdos de amigos, sonriendo.
El eco de muchísimos consejos.
La memoria de tantas conversaciones.
Una mente que aún escucha voces
de personas que hace tiempo se fueron.

Soy el tiempo que paso viendo la pared,
pensando en lo que viene,
en lo que haré,
en lo que vivo.

Soy las sonrisas perdidas
que le regalo a la nada,
cuando pienso en mi vida.

martes, julio 22, 2025

Lo amó

Como Dios manda,
con terror y culpa. 

lunes, julio 21, 2025

Futuros falsos

Es rico pensar
futuros falsos. 
Despertar a tu lado,
mientras me quedo dormida.

Dejarme estar,
donde sea:
frente a tu puerta,
en tu cocina
o sobre ti.

Es lindo vivir
momentos falsos.

martes, julio 15, 2025

3 am

Te usé ayer. 
Para calmarme.
Te imaginé escuchando,
acariciando mi cara.

Y te quedaste ahí,
hasta que volví a dormir.

lunes, julio 14, 2025

Dos besos

La enfermera que me presentó a Bastián lo acercó para que yo le diera un beso. Luego lo alejó un poco, su mirada exploró mi cuerpo y lo regresó.

—Dele otro beso —me pidió.

Me pareció raro, pensé que seguro era una mujer muy cursi o que tal vez mi primer beso no le había parecido lo suficientemente amoroso. Me pregunté si las otras nuevas madres rogaban por darles muchos besos a sus recién nacidos. Le di otro beso y se lo llevó a los cuneros.

Había un silencio irregular en el quirófano y luego demasiadas palabras. La cirujana instruía a su asistente. Supe que algo estaba mal. Toda la cesárea no se habían hablado, sabían exactamente qué hacer, todo era rutina; y ahora hablaban de sostener, suturar, coordinar.

Le pregunté al anestesiólogo qué hacía la cirujana. Me aseguró que todo estaba bien. Insistí. Le pedí que me explicara qué estaban haciendo. No recuerdo si me contestó. Creo que en ese momento las drogas pesadas entraron a mi sangre.

El techo era blanco y la luz era muy brillante. La cirujana entró en mi campo de visión.

—Estás sangrando mucho, hicimos suturas para intentar detener la hemorragia. Vamos a esperar y ver si se detiene. Estarás en observación. Si no se detiene, te vamos a regresar y te vamos a tener que quitar el útero porque si no te quitamos el útero podrías morir —me explicó con ternura.

—Sí, no te preocupes —le dije con una voz muy amable, muy drogada— lo puedes quitar, de todas formas yo solo quería un hijo.

Quería hacerla sonreír. 
Quería que estuviera tranquila. 
Entre la muerte y yo parecía solo estar ella. 
Quería dejarle claro que yo estaba de su lado. 
Me podía quitar el útero, me podía quitar una mano, dos piernas, los dientes, raparme.

—No, no se trata de eso —me respondió con seguridad—. Vamos a salvar tu útero. 
Su optimismo me pareció grato, ingenuo pero grato.

En la sala de observación la enfermera en guardia me examinaba constantemente. Llegaba a mi lado, me saludaba, levantaba mi sábana, apretaba mi abdomen y revisaba cuánta sangre salía. No sé cuántas veces hizo esto, ni sé cuánto tiempo pasó. En algún momento me aseguró que ya no estaba en peligro y luego regresó con alguien más, tal vez un médico, tal vez otro enfermero, tal vez su amigo. Ese otro también vio mi cuerpo y me aseguró que ya no estaba en peligro.

Entre examinaciones, papeleo, análisis y otras normalidades de una clínica pública y gigante pasé ocho horas en la sala de observación. Otras recién paridas llegaron y se fueron. Hubo un cambio de turno. Pasó la hora de la comida. Pasó la hora de la cena. Y yo pensaba una y otra vez que era afortunada, por ese hermoso momento ya no estaba embarazada pero aún no tenía que hacerme cargo de un bebé.

Yo, toda positiva, toda dopada, toda completa, 
acostada sonriente en una camilla ensangrentada.

———————————————————

Unas semanas después, ya en casa, recordé a la enfermera que me presentó a Bastián. Su dele otro beso.

Por fin entendí.

Era un beso de hola y, 
tal vez, 
un beso de adiós.

jueves, julio 10, 2025

Molestia

Me molestó
que insistieras tanto
en besarme,
en querer tocarme.

No solo porque dije,
varias veces,
que no.
Sino por la terrible
hipocresía.

Si supieras que tu novia
anda por ahí
intentando lo mismo
con otro...
¿Qué harías?

¿Qué sentirías si supieras
que a tu novia
un hombre la tuvo que correr
de su depa,
para poder quitársela de encima?

¿Cómo la verías?
¿Cómo te ves?

Muchos hombres han insistido.
No es nuevo.
Cuántos otros me han dicho:
Pensé que tú también querías,
cuando obvio no.

El que me quiero coger
lo sabe.
Porque le digo:
Te quiero coger.
Y le digo:
Me gustas.
Y le digo:
Te quiero ver.

Tú solo llegaste,
ignoraste mi charla
y te empezaste a acercar.

¿Qué parte de yo
hablando de otro
era un plan para seducirte?

Me molestó
que insistieras tanto
en no verme,
en no escuchar,
en no entender.

lunes, julio 07, 2025

No es terrible

No es terrible
querer tocarte.
Así que no me culpo
por ello.

No me castigo
por desear tu deseo,
ni por pedirte
que vengas.

No me preocupa
parecer un tanto boba,
demasiado disponible.

Lo estoy.

Nada de malo
con esperar,
sugerir, 
coquetear,
y capaz hablar de más.

¿Qué más da?
Es mi verdad.
Quiero que me toques.
Y te quiero tocar.

sábado, julio 05, 2025

Sube

Llevaba demasiados años
de no subir
a un depa
solo para ver
a un hombre.

O no lo sé.
Hay cosas que,
simplemente,
ya no recuerdo.
Ya no me importan.

Las otras veces,
los otros pisos,
las otras puertas...
no aparecen
en mi memoria.

Sube,
dice el mensaje.

Y subo.
Timbro.
(Él) abre.
Y así empieza la tarde.

Y de otras tardes,
noches,
mañanas,
que (seguro) aquí
escribí,
ya no retengo nada.

viernes, julio 04, 2025

Un algo

Entró con miedo,
como un vampiro no acostumbrado a su rutina,
como un hombre casado visitando a una ex novia,
como si temiera reventar una burbuja.

No había burbuja.
Solo paredes decoradas
con ilustraciones
y fotografías tomadas por amigos.

Fruta,
dos gatos,
luz cálida.

—Tu depa es hermoso —le dijo.
Su voz se rompió
en la última o.

La última o delató
todo el terror que llevaba adentro,
el dolor de sentirse
ya olvidado.

Ella lo observó.
De sus ojos no se escurría
ni una palabra.

Ojos marrones, enormes,
llenos de silencio (para él).
Sus ojos normalmente cantan,
sus ojos casi siempre sonríen.

—En verdad, es hermoso —repitió.
Porque pensó que tal vez ella
lo había imaginado
otra de sus mentiras.

—Lo sé.
Es mi casa —ella contestó.

En su voz,
un algo frío,
o serio,
o sencillo,
o limpio.

Un algo
que él nunca sabrá descifrar.

El algo que ocurre en la voz
cuando alguien te miente
y decides citarlo en tu depa
para dejarle saber
todo lo que piensas
de todo lo que hizo,
y todo lo que nunca
lo volverás a respetar.

viernes, junio 27, 2025

Te soñé

Te soñé.
Pero solo eras una mano
que se deslizaba desde mi espalda
hasta una parte calientita de mi alma.

martes, junio 24, 2025

Ñom

Amo salir a cenar,
que alguien invite algo.
Es lindo,
como si los años de gente diciéndome que hablo demasiado
por fin se derritieran.

Me encanta sentir que mi charla se paga con comida.
Sé que hay otras cosas,
otras agendas,
intereses,
fantasías,
pero no me importa.

Cuando era pequeña
soñaba con ser un hombre de negocios,
solo para recibir en Navidad
canastas de comida y fruta.

Supongo que esto es lo más cerca que he llegado:
no soy un hombre de traje y zapatos bien boleados,
sino una mujer que hace preguntas,
escucha, sonríe,
y come un montón de alitas
mientras de cuenta de Uruguay.

lunes, junio 23, 2025

Lo imagino así:

Hace mucho tiempo, más de veinte años, me dio un pedacito muy brillante de él
(los pedacitos de juventud que uno regala, suelen brillar).
Y yo lo guardé.
Lo guardé bien.
Junto a otros pedacitos:
el del exnovio que aún extraña a mi mamá,
el de mi primer mejor amigo,
el del primero que me regaló una flor,
el del chico ese que solo me hablaba en una de cada cuatro fiestas.

Y cada vez que algo grande pasa en su vida, regresa.
Viene a verlo.
A ver si aún lo conservo.
A ver cómo lo sostengo.

Le gusta observar su pedacito de juventud brillar en mis manos.
Lo calma.
Se reconocen: el pedacito y él.
Pero no se lo lleva.
Le da miedo perderlo.
Me lo deja. Y se va.

No vuelve a buscarme, por un buen rato.
Hasta el siguiente dolor.
La siguiente crisis.
El siguiente desamor.

Hey! ¿Cómo vas? Hace tiempo que no hablamos.
Aparece en mi celular.

Saxo

Cada que escucho un saxofón, 
recuerdo tu historia noventera, 
esa en la que decías pensar que era el instrumento más sensual.

Yo también lo creía por aquellas fechas, 
pero mi madre se negó.
Decía que era una mala inversión… 
o tal vez pensaba que era demasiado poder para una chica como yo.

Mis sueños de seducir a todo sexto grado quedaron frustrados.

Spicy Tuna Mess

Hay una cena que me hago
cuando quiero recordar que soy humano.
Empieza con arroz japonés,
y lo preparo un poco como lo hacía mi hermano.

Lleva mayonesa (de la que siempre compro, nada especial).
Sriracha, que dejó mi ex.

Ajonjolí, que yo misma me pongo a tostar
como me enseñó mi papá.
Aceite, vinagre,
alga cortadita, que me recuerda
a cuando hacía confeti para Bastián.

Es un caos, nada estética,
pero Bagú dice que se ve linda.

Es una receta que me hace recordar a otros,
y me hace verme,
y me alimenta,
y me alegra.
Y siempre la acompaño con cerveza.

Ayer

Caminé sola, por horas, 
sin un rumbo claro,
sin avisarle a nadie. 

y reí mientras caminaba, 
pensando pendejadas. 
Recordando, imaginando, 
metiéndome en fantasías. 

Pisé algunos charcos que no vi, 
pisé algunos charcos
que me dieron ganas de pisar. 

Me detuve a ver el cielo,
a sentir la lluvia, 
sentirla acomodarse en mi ropa. 
Observé cómo las gotas
resbalaban por algunas flores y hojas.
 
Jugué con mi paraguas. 
Miré a quienes me miraba.
Le sonreí a perros, saludé bebés. 

Pensé en ti, pensé en otros. 
Recordé algunas ciudades, 
me inventé algunos planes.  

Caminé sola, por horas,
Como una mujer demente,
como una mujer soltera. 

domingo, junio 22, 2025

Bulletproof

Bulletproof,
no soy. 
Siempre carnosa 
y soft,
lista para dejar entrar la bala.

Penetrable, pues;
con órganos vitales, 
huesos 
y grasa. 

y no deseo cambiar.

Me gusta que la alegría se sienta,
que las cosas buenas se conviertan 
en gritos, 
mejillas rojas,
sudor. 
Recuerdos.

y que todo lo demás,
también tenga su lugar.

Si te dejo entrar
por mi pecho, 
a la mitad de mi torso,
sé que me puedes lastimar. 

Pero bulletproof 
no soy.

Me gusta dejarte pasar,
sentir tu invasión 
y observarla;
ver si se infecta, 
o si la puedo disfrutar. 

¿Por qué lo dejas pasar?

¿Por qué lo dejas pasar?
Cuando en sus párpados lleva 
una otra vida
y cada que cierra los ojos
regresa allá. 

Eres talentosa. 
Tus manos hacen de más.
Pero, la faena solitaria,
de devolverle al silencio la calma,
temo que (junto a él)
no la podrás lograr.

viernes, junio 20, 2025

In Bloom

Muy como los cerezos de Japón,
el hombre del momento aparece en flor:
impresionante, magnífico,
frágil.

Y vivimos unos cuantos días,
semanas, quizás meses,
si tenemos suerte.

La vida, siempre llena de florecitas,
de personas nuevas
con historias fragantes,
que se instalan un instante
y, un día, simplemente,
no estarán.

jueves, junio 19, 2025

La mejor mamá del mundo

No me siento genial.

No me siento la mejor, 
la mejor mamá del mundo 
como me llamas cuando no te quieres dormir 
y quieres que te lea otro cuento, 
o te expliqué más de insectos, 
o de nubes, o del tiempo. 

No me siento capaz, 
segura, letrada...
como veía a mi madre 
cuando tenía tu edad. 

Y no me siento 
agresivamente productivo, 
creativo, alerta,
como sigue siendo mi padre
cada que estoy en casa. 

Me estreso por la ropa tirada, 
cuando podría estarte cantando. 
y a veces no hago verduras, 
porque comer fuera es más sencillo. 

Y me quedo dormida  
(eso a mi padre también le pasaba)
cuando debería estar lavando platos.
En casa de mis padres, 
los platos siempre estaban limpios, 
y los pisos, trapeados. 

La mejor mamá del mundo
te da medicamento, 
te acurruca, 
y se queda viendo el techo,
preguntándose cómo logrará hacerlo. 

sábado, junio 14, 2025

El mar II

Llegas momentitos y te vas.

Hace mucho, en la playa, me asusté
porque el mar se había ido.

Algunos pulpos quedaban entre piedras;
los localeños los atrapaban para cenar.

Yo, niña criada por la televisión,
pensé que eso del mar era señal
de un tsunami, algo terrible.

Pensé que debíamos escapar.

Mi padre me calmó.
En esa playa, las cosas eran así:
todas las mañanas, el mar llegaba;
todas las tardes, se desaparecía.

Y en su huida, olvidaba algunos pulpos,
ostiones, cangrejos.

Un mar particular,
pienso cuando apareces.

Un lindo mar,
extraño y natural…
cuando te vas.

jueves, junio 12, 2025

La posibilidad

Extraño la posibilidad
de tus ojos
mirando los míos,
acostados.

Ojos marrones
observando ojos marrones,
en silencio,
llenos de deseos y secretos.

Ojos que anuncian sonrisas,
y dormitan por la mañana.
Ojos que se abren y comen
toda la luz de la ventana.

Cosas que una piensa los jueves

¿A dónde se va el amor
que se aburre de solo estar?

Ese amor que espera
setenta y cuatro días,
pero no uno más.

¿Qué nube formaron
mis ganas de verte,
cuando por fin dejaron
este marecito corazón?

¿Qué forma tendrá
esa nube nutrida
por lo que ya no está?
¿Un perrito rechoncho,
algo como un dragón,
o un borrón
sin mucha gracia?

Mi hijo

Le expliqué que, cada que amamos,
debemos aceptar que, un día,
ese amor podrá sentirse como dolor.

Le conté de mis amigos que ya no están,
de cómo siguen aquí adentro,
de cómo aún les cuento cosas
y río con ellos.

Le prometí
que, cuando yo muera,
un pedacito de mí se quedará con él
por siempre.

Y él, callado,
queriendo llorar,
pensando en mi muerte.

Le pedí que me dejara existir
los años que me toquen.
Lamenté no poderle prometer
una cantidad exacta,
no poder decirle la edad que tendré, al final.

Pero hicimos un trato:
de amarnos,
contarnos cosas,
pedirnos perdón
y perdonarnos;
de jugar, de reír,
de comer cosas ricas, viajar…

Hicimos un trato de vivir,
el tiempo que nos quede,
vivir.

sábado, junio 07, 2025

Telegrama

No es un telegrama, 
si alguien me interesa
no ando contando mis palabras.

miércoles, junio 04, 2025

Otros hombres

—¡No lo entiendes, Gerald! ¡Esto siempre será importante!
Le grito,
enfatizando mi seguridad, mi energía,
solo para hacerlo sonreír.
Funciona.

Afuera, el bosque existe.
Está lleno de luz y de frío.
Es marzo,
el único marzo de mis 18 años. 
Gerald observa los árboles 
que parecen huir del tren en el que vamos, 
sigue sonriendo 
y empieza a hablar.

—No, no será así.
Regresarás a tu vida,
irás a fiestas,
conocerás otros hombres,
amarás diferente.
Siempre lo recordarás,
pero cada vez será menos,
y menos frecuente.
Un día,
te darás cuenta de que llevas años sin verlo.
Él, y este sentimiento,
te habrán dejado.
Cuando tengas mi edad,
te acordarás de este momento,
y vas a reír.
Eres joven.

Gerald cierra los ojos un momento.
El sol, filtrándose entre los árboles,
insiste en aterrizar sobre su cara.
Lo entiendo, sol.
Si pudiera,
yo también me echaría ahí.

Con sus ojos azules cubiertos,
sigue sonriendo.
Tiene 27 años.
Aunque lo veo como un señor,
admito que es el señor más atractivo que conozco.

Lo veo perderse un poco del momento.
Imagino que está recordando sus 18,
y el amor de entonces
que ahora asegura haber olvidado.

—No Gerald, eso no va a pasar. 

La risa de aquel alemán
llena el vagón.
Me emociono.
Y sospecho que tiene toda la razón;
amaré a otros hombres, 
de otras maneras.

Ask Again Later

Ni puta idea, responde la bola 8. 
Nunca antes había contestado eso. 
Según yo, tenía solo veinte respuestas,
y todas eran en inglés.

Ni puta idea.
Vuelve a contestar.
¿No hay más?
¿Nada de concentrarme y volver a preguntar?
¿Nada de un “puede ser”, o un “búscate a otro”?

Es miércoles,
y hasta mañana tengo terapia.
Ni puta idea, pienso.
¿Cómo me hace sentir eso?

martes, junio 03, 2025

Mentira blanca

Hoy le enseñé la palabra titubear.
Tiene siete años
y aún no la había usado.

Me dijo:
Sabía que debía mentir,
pero no fue fácil;
las palabras
no querían salir de mí.

Dos

Caminamos por la ciudad,
encontrando pequeñas cosas que amamos:
una mariposa, semillas,
flores con mucho polen.
Le señalo algunos higos,
me pide fotos de charcos.
Caminamos.

Una familia de dos.
Nunca nos imaginé,
pero ahora se siente correcto.

Dos para hablar cara a cara,
o andar lado a lado.
Dos caben bajo un mismo paraguas.
Dos pueden compartir una pizza,
o lograr un simple intercambio de helados:
él siempre pide maracuyá,
y yo siempre pido lo que él en realidad quería.

Caminamos por la ciudad
y hablamos.
Confiesa su primera mentira blanca,
le cuento de mi infancia.
Me pregunta sobre cristales,
y luego me explica cómo será de grande.

Una familia de dos.
Así no lo había planeado,
pero aquí estamos.

El mar

Cuerpos recién bañados
que se vuelven a poner lo de ayer, 
una linda tradición. 

Aretes en la bolsa, 
el cuerpo aún guarda tu fuerza,
como después de un día de olas:
uno se duerme sintiéndose aún en el mar.

Piernas ya lejos de piernas,
cuerpos, ya cada uno con su olor. 
Pieles por fin secas, 
aunque el cabello 
(y el recuerdo) 
siga mojado. 

lunes, junio 02, 2025

Platitos de cartón

En la mesa para niños 
porque no supe mantener un matrimonio, 
no supe ser más interesante, 
o necesaria. 

Con platitos de cartón, 
y pequeñas rebanadas de pastel. 
Hablando con los niños sobre sus vidas, 
porque pues ¿Qué le vamos a hacer?

Noice!

Y el ruido lo escucha atento
(el ruido se esfuerza por dejar de ser ruido un rato).
El caos lo ve a los ojos,
porque sabe que así se debe hacer.

Y eso lo hace titubear.
Capaz la historia no es tan interesante,
capaz el relámpago se le va.
Capaz todo esto de verla de nuevo
es algo que podía esperar.

Lo pone nervioso, mucho.
Pero ama invitarle cervezas a esta tormenta.
Ama verla intentar ser neblina un momento,
controlar el viento de sus ojos
y el silbido de su sonrisa.

Sigue con su historia,
sobre pasaportes y pases de abordar...
El desorden se distrae,
alguien más ha entrado al bar,
el corazón salta,
el incendio, el sismo, el huracán se le va.

Los ojos del caos vuelven a él,
y todo vuelve a ser belleza.
Él, de nuevo, es hombre;
y ese rayo, por unos segunditos,
es una mujer alegre y sonrojada. 

Lo

Quisiera encontrarte en una fiesta,
pero casi no salgo,
y menos tú.

Quisiera vernos,
ganarme tu sonrisa,
enseñarte mi nuevo baile
(te gustaría, te haría reír).

Quisiera encontrarte un rato,
y verte partir
sin miedo,
como la última vez.
Sin sospechar,
que eso de encontrarnos
ya no pasará.

Aquí

Cuando estés listo,
y quieras hablar.
Cuando sepas qué pasó,
tengas dudas sobre mí,
quieras saber de mi vida,
o escuchar sobre mi felicidad.

Cuando necesites pedir perdón,
quieras ser escuchado,
quieras verme poniendo atención...

Aquí estaré,
en la misma dirección,
lista para decirte
que te vayas.

jueves, mayo 29, 2025

Claro

Si lo dices claro,
entiendo.
No reniego.
Sigo con mi vida,
y eventualmente
sano.

lunes, mayo 26, 2025

Acompañada

Nunca faltaron manos delicadas que me maquillaran,  
vestidos prestados, halagos.  
Momentos de peinarnos mientras tomábamos cerveza  
y repasábamos los planes para la fiesta.

Siempre tuve mujeres que me enseñaron  
a contar mis historias  
con menos interrogativas  
y más signos de exclamación.

Mujeres que revisaron mis escritos,  
y me enseñaron a tejer.  
Mujeres que me mandaban cartas  
llenas de brillantina y stickers.

Las que lloraron a mi lado,  
las que me apapacharon cuando no supe llorar.  
Nunca peleamos por un hombre,  
nunca algo tan cotidiano  
interrumpió aquello mágico.

Me acompañaron en el embarazo,  
abrazando mi cuerpo cansado.  
Y aunque yo no tuve hermanas,  
mi hijo tiene tías.

Y de ellas, el pequeño aprenderá  
más formas de leer, reír, bordar,  
de escuchar y contar aventuras.  
De ellas yo seguiré entendiendo
 otras formas de amar.  
Y él me observará querida y cuidada,  
tranquila, sonriente.  
Acompañada.

viernes, mayo 23, 2025

Aquí mi plan

Quiero escribir, amigo. 
¿De ti? 
tal vez. 
De otros, capaz. 

Quiero escribir de lo que es 
hablar con ritmo de trote, 
reír fuerte, 
aunque tal vez podría llorar. 

Quiero vivir, querido,
madrugadas de ruido contigo. 
Quiero explorar el silencio 
que a veces nos encuentra 
observando el mismo cielo. 

Caminar todas las ciudades, 
las que nos amaron,
las que nunca quisimos dejar atrás.

Pasear horas en el mismo turibús, 
sin planes de bajar,
dejando que el viento
le informe a nuestras caras 
todo sobre la felicidad.

Quiero estar.
Estar contigo,
¿Y con otros?
Capaz.

jueves, mayo 22, 2025

Da heat

It´s effin hot. 
Desde la mañana 
hasta la siguiente madrugada, 
cruzando por dos pesadillas.

Todo el día frente al ventilador,
intentando olvidarte,
pero hay demasiado pinche calor.

miércoles, mayo 21, 2025

Otro más

Creo que le dio miedo mi cuerpo,
mi cuerpo que no quedaba satisfecho 
solo con la presencia del suyo.
Creo que le aterraban mis palabras,
que pedían a las suyas ser claras.

Y prefería no saber de mis amigos,
de quiénes habían sido amantes.
Decía que le gustaba dialogar los problemas,
mejorar,
pero cada vez que señalaba uno,
se defendía.
Se irritaba.

Total que me cansó. 
Hombres incompletos hay muchos,
demasiados.
Hombres sin mucha charla,
a los que yo tengo que entretener,
andan por el mundo de a montones.

No es necesario apreciar uno sobre los otros, 
cuidar a uno en especial.

Hay muchos,
muchos, muchos
muchos hombres
que no saben hablar.

sábado, mayo 10, 2025

20, 000 Raspatitos

Mi hermano se pedía un sundae, de esos monstruosos con helado, plátano, chocolate y nueces.

Costaba 22 pesos. Yo nunca entendí su afán; supongo que, para él, era simplemente vivir la vida al máximo. Pero para mí, era una ecuación absurda: mucho antes de terminarlo ya estaba empalagado, los sabores se mezclaban, y el plátano acababa triste, todo revuelto.

Después de pedir ese ridículo sundae, mi mamá volteaba y me preguntaba qué quería yo.

—¿Me hubieras comprado eso? —le preguntaba yo.
—¡Claro! ¿Quieres uno? —contestaba toda llena de amor.
—No. Quiero 22 Raspatitos.

Y mi madre me veía, aterrada.

Mi lógica era simple: si me iba a comprar 22 pesos de esa aberración, entonces podía comprarme 22 Raspatitos de a peso. Me daban tres bolsas: una con 7 de limón, una con 7 de uva, y una con 8 de grosella.

Siempre he recordado esta anécdota desde mi punto de vista: criticando la elección de mi hermano, cargando orgullosa mis bolsas de Raspatitos, triunfal.

Pero ahora que soy madre, a veces lo veo desde los ojos de mi mamá.

Un hijo con un helado gigante derritiéndose por todos lados; otra con tres bolsas llenas de raspados de colores y una cara de arrogante satisfacción.

Mi pobre madre.
En medio de todo, pagando demasiado por la sencilla idea de invitarnos un helado.

Feliz día de las madres, mamá.
Gracias por esa vez no dejarnos notar tus sentimientos.
Gracias por cargar con nuestras locuras y deseos.
Te quiero mucho, eres como una bolsa con veinte mil Raspatitos.