Escucho una canción que nunca antes había escuchado;
la cual posiblemente nunca vuelva a escuchar.
Es una canción triste, tierna y triste.
Las gotitas empiezan a golpear en mi ventana,
como un sosollo que no me he tomado el tiempo de sosollar;
Mojando poco a poco el vidrio, produciendo su propio ruido,
(una base de pequeñitas percusiones).
La voz en la canción se eleva (es una mujer lastimada);
y en mi propio mundo, los truenos empiezan un coro cruel;
Esos gemidos del cielo que, cuando uno está sólo, evidencían la soledad.
El piano lejano de ésta canción que no conozco
acompaña letras dulces y cariñosas.
El cielo llora lo que yo no quiero llorar.
Mis manos acarician las frígidas teclas de mi computadora;
mientras trato de captar, en un escrito:
El ruido, la música y cuánto te extraño.