sábado, agosto 01, 2009

Fotografía

En algún punto, mis ojos entienden, que la cámara no está ahí para cuestionarlos;
sino más bien, para tratar de explicarlos al mundo.

Y se relajan, adquieren un color tenue, se dilatan, empiezan a charlar...

Mis ojos cuentan de haber sido lastimada por hombres,
de ahora vivir tranquila, del terror de extraviarme en el presente,
de momentos llenos con ternura.

Hablan sobre todas esas noches con lágrimas que ahora parecen lejanas;
Pero que igual en momentitos duelen de nuevo.

Hablan sobre las sombras de imperfecciones que me siguen a todos lados.
Sobre entender que nunca seré talla cero, ni uno, ni dos...

Cuentan sobre esos días entregados al agua;
en albercas o bajo la lluvia (emancipada por el líquido).

Mis ojos relatan cuentos sucios de sexo y del amor hecho,
de noches tiernas encerradas en las sábanas; gemidos y palabras.
Hablan claro y fuerte de vida, de muerte, de abuelos y compañeros perdidos,
de futuros posibles hijos.

Mis ojos marrones, a veces claros por la luz, a veces obscuros y serios;
se exhiben al mundo, temerosos de ser juzgados
y al mismo tiempo, alegres de poder conversar.

Fotografías, una tras otra los atrapan;
Como burbujas que no se revientan.
Burbujas de miel que se han llenado en mis días de vida
y que ahora, por fin, pueden empezar a narrar.

Liberarlo todo, foto tras foto. Sacarlo;
volver a sufrirlo, volver a disfrutarlo, poder explicar.
Mis ojos hablan, tanto como hablo yo cuando me siento enamorada.
Y sin muchas dudas, una vez entendidas las reglas, se entregan.

Detox

Por mi parte, será detox, vomitar primero tus brazos.   Los extrañaré, pero necesito que estén afuera.   Luego tus piernas, tu torso, tu bob...