viernes, noviembre 12, 2010

La chica naranja.

Cansada observa su té, esperando que se enfríe. Es un té blanco con infusión de mandarina y alguna otra fruta. Su cara se refleja sobre el líquido. Se pone atención, no tiene una sonrisa. Ojos sobre el líquido naranja observando a los ojos sobre el líquido naranja.

Es extraño cuando la vida te da una clase de espejo sin darte el tiempo para posar.

Piensa sobre lo lindo que sería tener a alguien a quién besar, se pregunta si eso tal vez le pondría una sonrisa casual sobre la cara; pero cuando lo considera, prefiere estar sola. Tener a quién amar es tener a quien perder y, definitivamente, perder a alguien en esos momentos sería devastador.

Una canción entra a su mente, junto con el recuerdo de ella siendo feliz en absoluta negación.
Prefiere esto, prefiere una cara seria sobre un líquido caliente. Prefiere no tener a quién besar que tener a un hombre falso. La vida no pasa en vano, y es extraño cuando los días te dan superficies accidentales para notarlo.

El vapor del su bebida llega a su nariz, sopla para enfriarla más rápido y sonríe. Le sonríe a la chica un poco más naranja y un poco más transparente. Te prometo, un día te daré todo lo que buscas, por ahora, hay que tomar un té y dejarnos de pendejadas.

Capaz

Dice que soy todo el ruido que quiere escuchar. Todo el silencio por el cual quiere ser devorado. Dice que soy un mar profundo, lleno de vid...