Algunos días, te necesito, pero es difícil admitírmelo.
Algunos días los sentimientos inundan todo pensamiento,
me niego a aceptarlo, pero sigue siendo verdad.
Hay veces en las que daría todo porque me pudieras tocar
o por lo menos por escucharte decir que me amas...
y luego nada pasa…
Me alegro de no haberme entregado.
Me alegro de que la negación siga mezclada en mi epidermis.
Me reconforta lo predecible de ir a la cama sola.