viernes, noviembre 19, 2010

¡Post 999!

En una vida solitaria, todos tenemos pasiones, rituales y acompañantes.

Grabriela tiene un cello que ama, lleva mucho tiempo con él, reconoce sus sonidos y sus caprichos, si fuera por ella lo tendría hasta la muerte. 
Carlos, desde chico, se dio cuenta que la manera de calmar a las mareas de pensamientos ansiosos, los miedos, los ventarrones de información y las ideas obscuras, era concentrándolos a todos en un único momento: Dibujando.
Bagú tiene alumnos, lo llenan de angustias, algunas veces no sabe cómo ayudarlos y sufre, pero por lo general, esas diminutas personitas ajenas, hacen que sus días valgan la pena.
Isma es dueño de un borrador, un borrador que le recuerda que está bien equivocarse, que nada tiene que ser perfecto en el primer intento. 
Néstor tiene una hija, con la cual por fin ha aprendido la manera correcta de dirigirse a una dama.
Samia llena una pared con recortes, ilustraciones y postales, para nunca olvidar todo lo que desea en la vida.
¿Yo? Yo tengo un blog, un blog en el he escrito por más de 7 años. Mi blog es mi constante, mi placebo, mi terapia, mi memoria externa y la editorial que nunca rechaza mis ideas. Lo adoro.


Este es el post número 999, uno más y mi blog será todo un hombre. Le tendré que encontrar hembra para que tengan crías.

Capaz

Dice que soy todo el ruido que quiere escuchar. Todo el silencio por el cual quiere ser devorado. Dice que soy un mar profundo, lleno de vid...