buuu! miedo!

ok tengo una entrevista de trabajo, y no me gustan las entrevistas de trabajo. tengo miedo, no tengo ropa que ponerme y ni siquiera me se peinar (me acabo de dar cuenta que debo ser la mujer de 24 años más patética del mundo)... bueno aparte de esa morra que mega odio.

wow un día raro. empecé comprando gorritos de campanita (tinkerbell) y ahora tengo nervios porque posiblemente podría tener un segundo trabajo, lo cual significaría eventualmente poder comprar una casa, mudar a mi novio conmigo, y ser feliz... sin embargo todavía tengo que aprender a como peinarme, comprar ropa de adulto y escribir posts nerviosa.

besos

Tu me manques.

a veces siento perder la cordura... sinto que me hace falta tiempo, calma, inteligencia y amigos.

y luego los recuerdo, y siento extrañarlos aun más.

poder molestar a Andy, mi pequeño y gruñón Andy Parade.
Sami, Samia, monkey, monks.
Lucía, mi date en años nuevos.
Jesús, todo lo de Jesús.
Los dos Zalapas, imposible escoger sólo a uno.
Marianay Bere, Bere y Mariana.
Los poemas, la ternura, los temas de Lorena Cienfuegos.
Juanjo, que me podía entender.
J.P.M. hablando de física, Quiroga, números perfectos e insomnio.
Yaya, café-con-leche Yaya.
Camila, las crepas de nutella y las charlas políticas.
Leonardo Mario de la Rosa Conroy, un buen nombre, un mejor amigo.
Diego, a quien hace tanto no veo.
El otro Diego, que me enseño a bailar cumbias.
El Punko... la mejor tarjeta de cumpleaños.
Wisho: coca-colas, vicios y msn.
Matias, espejismos, dos hamburguesas en el frió de la madrugada.
Danny y el zoo.
Natalia (las dos) completamente distintas y honestas.
Guille, Guille serio, Guille feliz.


tantos, tantos, tantos, tantos.
25 años de amigos que a todas horas me toca extrañar.

Calabacita

Adiós bebé

Gracias por regalarme una noche más de vida.
despertarme a las 4 a.m. con esos grandes ojos negros,
permitir que te diera pollito en la boca, una ultima vez.
Gracias por acurrucarte en mi cuello, por dejar que te abrazara mientras morías.

Perdona que en tus últimos momentos no encontré palabras dulces,
tranquilas o reconfortantes y lo único que se me ocurrió hacer fue llorar.

En las noches siento que sigues a mi lado
Y todavía te puedo oler

te extraño.