jueves, enero 31, 2008

Rêve mort, matins rouges (100 mots)

Le rêve
Le rêve d'un Paris froid.
D'une vie simple.
De matins blancs avec le thé noir.
Le rêve est mort.
Il a été pulvérisé.
La petite fille, pleure sur ses matins rouges.
Elle est triste, elle est perplexe.
Elle a pensé que la vie serait aussi facile comme dormir.
Dans son temps libre elle envoie par la poste des mots de tendresse.
Elle écrit à son ami.
Elle espère que cet ami l'envoie dans une lettre, un autre rêve.
Mais non.

jueves (100 palabras)

Boca, pequeña y sucia, programada para hablar;
decir lo que nadie quiere oir, lo que duele, lo que despierta al alma.
mirada acuosa, cansada.
Piel reseca, completamente perdida, solitaria, acostumbrada al dolor.
Agotado de estar hundido en la cama, el cuerpo se va al sillón.
Las uñas, hace tiempo que no llevan ese rosa coqueto.
El cabello ha dejado de importar, sólo está ahí, perdiendo el tiempo.
Los ojos tratan de dar su versión;
Pero no hay quien los observe, nadie los escucha; les hace desear no estar.
Los cuchillos, en la cocina, acomodados por tamaño, de chico a grande.

martes, enero 29, 2008

Leo en el mar.

Leo se embarcó, y por eso no lo pude ver.
Leo se embarcó y no quiere que le diga marinero, porque dice que suena gay (yo pienso que suena sexy).
Leo, así de fácil, se embarca y se va por 20 días, y yo acá eternamente en tierra firme.
Extrañamente Leo se ha embarcado en el único barco que lleva por nombre la razón por la que quería hablar con él. Habría compartido con Leo mi sorpresa… pero no lo pude ver, porque se embarcó; Así de fácil, por 20 días.
La razón por la que lo quería ver se lo lleva por el mar (impresionante).

Pero pronto, aproximadamente en unos veinte días más, la razón que se lo llevó lo va a regresar. Y entonces lo visitaré, no lo llamaré marinero, le contaré lo que le quería contar y les aseguro que él también se va a sorprender de haberse ido en el único barco que tiene por nombre mi razón para querer hablar con él.

domingo, enero 27, 2008

100 palabras (ejercicio)

Me siento etérea, fluffy, mousse au chocolat, levadura en agua tibia.
Pequeñas florecitas se disputan la atención en el árbol de almendras,
El frío, el viento, se encargan de atacarlas.
Yo, adentro, con un té recién hecho; me deleito perfecta.
No descubro la ansiedad de casi siempre, miel de abeja sobre pan tostado.
La lluvia; los pequeños charcos ya no son tan pequeños,
pánico y terror en el mundo de los caracoles.
Manzanilla, menta, flores de tila.
Mis mejillas ultra rosadas me hacen parecer adolescente (a él le gustarían).
Me siento calma, conciente, merengue y chantilly.
Azúcar, leche, el cielo.

que mal.

perdí a Naoki... no lo puedo encontrar.
... triste.

viernes, enero 25, 2008

Vocecita, vocecita, dime qué quieres hacer.

Vuelve la vocecita (diminuta),
La que te dice lo que debes hacer,
La que te explica lo que quieres hacer.
Te calma, porque la extrañabas.
Me calma.
Declara mis antojos.
Vuelven las ganas de huir.
No debo hacer nada, la conozco (miente).
Espero el agua para el té.
Sigo enjuagando los platos.
Tranquila, porque ha vuelto.
Serena porque esta vez estaba lista.

miércoles, enero 16, 2008

(Sueños felices)

Me siento bien.
Los sueños felices regresaron,
las ganas de leer,
de limpiar,
de empezar.

También llegaron ganas de viajar,
aunque para desgracia no el dinero necesario.
Ganas de hace yoga y de tejer.
Antojo de colores.

Quiero hacer pastelitos,
comer paletas de manzana,
rentar películas, escribir cuentos,
y ver ¡¡Cloverfield!!

Ganas de vivir y sueños felices.

domingo, enero 13, 2008

No soy the tiger.

No lo soy.
Pequeña Atlas con gastritis. No puedo dibujar.
Simplemente no puedo con todo.
No soy the tiger ni the trigger.

No soy la más fuerte, la más hábil ni la más coqueta,
¿Por qué seguir este camino?

¿Por qué no puedo regresar a casa?
A mi cama en Olivier de Serres.
mi cuarto en Victor Haedo.
Esa cama en la Cima.
Su carro en el periférico.
Regresar a mi pasado que sabía mucho más a futuro.

domingo, enero 06, 2008

Secretos, secretitos.

Cobarde porque nunca estoy segura de ser el personaje principal;
pero que linda narrativa.
Para cada que te vea, una confesión,
hasta que por fin, sea aburrida.
Secretos y secretitos para mi Jesús,
capítulos para la novela.

Cuando andábamos

Mientas andábamos pensé que ambos mirábamos el cielo, buscando arcoíris, viendo las nubes con forma de cachorros.   Pero tú observabas mis p...