miércoles, enero 30, 2013

Y me dijo:

Si apuesto por ti es porque pienso que vas a ganar. Nunca apostaría para perder. 

(nunca me habían dicho algo similar) 

En suma

No soy lo peor, ni lo mejor; poco a poco, lo voy entendiendo... 

No soy terriblemente gorda, ni extrañamente flaca. Sigo insistiendo que pronto empezaré a hacer ejercicio. 

Si algo me duele y lo puedo soportar, lo sobrellevo. Si algo me duele y el dolor no hay como ignorarlo, voy al médico (digo médico, no doctor; porque doctor es cualquiera con doctorado). Si me mandan medicamentos los tomo (los busco primero en internet y luego los tomo). Si me dicen come más esto, anula aquello, vive sin estos; como, anulo y vivo como debo (a menos de que me quiten el café, si me quitan el café hago berrinche y cada tanto si me tomo una taza). 

Tengo ojeras, pero así es mi cara; duermo bien, por lo general, duermo bien. Despierto todos los días deseando aprender algo y me duermo cada noche intentando soñar algo espectacular. Tengo el cabello cada vez mejor cuidado, ahora me pongo protector solar, algunos días uso anillos, y me esfuerzo por variar mis zapatos. Ser un poco más interesante en el aspecto visual. 

Leo camino al trabajo, y leo de regreso. Llego temprano a la oficina para escuchar clases de psicología. Me voy tarde buscando información para mi vida. Amo Facebook, no entiendo Twitter, llevo dos blogs (uno para mi trabajo) y mantengo acomodado mi Google-calendario. En mi escritorio hay diminutos juguetitos, cositas para recordar que el mundo está lleno de banalidades y plástico. 

No me siento como alguien fuerte, pero me conozco y no soy mediocre. Cuando decido cambiar, cambio, o, en realidad, acepto que la vida es ruda, que la vida fue ruda conmigo, sonrío, respiro… y cambio. Y si no puedo, si no puedo cambiar, me muevo. Si tengo demasiada energía bailo, grito, escribo. Si me falta alegría, tomo fotos y las edito. Si me siento sola, busco compañía (aun si es virtual). Si no puedo cambiar, me adapto (ahora que lo pienso, no tengo idea de cómo la gente fuerte se siente al despertar). 

Odio que vean mis defectos, sé que es imposible esconderlos siempre. Pero lo odio, odio ser tan transparente. Y al mismo tiempo, no lo odio, entiendo que así nos comunicamos. Entiendo que si ven que tengo rabia, es porque me pueden ver. Si ven que soy insegura, es porque mis ojos los han dejado entrar. Me hace sonrojar que digan que soy tal o cual cosa, me apena; pero al final, entiendo que nos acerca más. 

No me sé llamar actriz, pero vivo del teatro y me enorgullezco cada que salgo a dar las gracias. Hace tiempo que no he tomado fotos, creo que es por andar haciendo tantos cambios. Me faltan dos novelas por terminar (y por empezar también). Y tengo algunas amistades que debería retomar. 

No soy lo mejor, pero tampoco soy lo peor;  poco a poco lo voy entendiendo. 

miércoles, enero 23, 2013

Siempre

Siempre es bueno tener a quién narrarle tu vida;
así te preocupas de que los capítulos sean interesantes.

lunes, enero 21, 2013

Las cosas son o no son.

Y cuando son pueden ser sueños, pesadillas, amores, mascotas, recuerdos, amigos, enemigos, santos, dioses, juegos, faenas, trabajos o pasatiempos. Cuando son te pueden lastimar, animar, doler, confortar, incitar, excitar, asfixiar, mover, hacer llorar, hacer amar, hacer odiar. Cuando las cosas son, casi nunca se pueden controlar. Cuando las cosas son, también cambian y te hacen cambiar. Cuando son, están y siempre pueden dejar de estar.

Cuando no son. Cuando nunca fueron. Son la Nada. La Nada que no puedes tocar o extrañar. La Nada de la cual no me puedes hablar.

Note to self

Aprende a llorar, aprender a saber cuándo llorar.
Cuándo dejar que las lágrimas salgan de ti para que, con un beso, él te las quite.
Aprende a no pedir disculpas y entonces, sólo entonces, tus Lo siento cobrarán sentido.
Aprende a dejarte fallar, a olvidar, a nunca perdonar lo que no debes andar perdonando.
Aprende a quedarte callada, sobre todo cuando tu mente está gritando.
Aprende a sonreír, a sonrojarte, a dormir tranquila mientras alguien te abraza.
Aprende a seducir sin palabras, a amar sin miedos.
Aprende, por fin, a ser quien siempre has querido ser.

viernes, enero 18, 2013

Piel

Piel fría.
Y por las noches aun más.
Piel que roba calor.
Que se acurruca contra tu cuerpo y te roba.
Piel que sólo sabe dormir si estás ahí.

miércoles, enero 16, 2013

Fácil

Que la calma fuera jarabe; pero no la calma falsa, la de verdad.
La que te hace comprender la vida y a sus personajes.
Que la sabiduría fuera más práctica, más fácil de encontrar.
Que la calma fuera jarabe. Esa calma dulce de poder estar.
Esa calma hermosa de saberme amada y dormir en paz.

Deseos

Si te pienso sonrío, y espero que donde estés alguien de tu vida te sonría por mí.

Lo mismo

De nuevo frente a esta pared blanca, la que se niega a ser sólo blanca y callada. De nuevo tratando de no hablar y hablando al final. De nuevo con todas estas ganas de ser la otra chica, la chica que nunca podré ser. De nuevo la misma piedra me hace tomarla y aventarla a la misma ventana. 

Errores del pasado que parecen más bien ser pasatiempos. Errores de personalidad que al final, serán lo único que me quedará.

Sangrita

La sangre va por ahí, por todo mi cuerpo. 
Va de un órgano a otro, pequeña viajera. 
Y se topa con algo, se topa con todo. 
La sangre se topa con tu mano, tu mano mientras aprietas mi cuello y me pides que muera. 
La sangre se topa con tu pie, tu pie que patea mis costillas (soy tu triste y afónica marimba). 
La sangre se topa con tanto… 
Y al final, lo único que sabe hacer es marcar el dolor de morado y seguirme alimentando.

Esto es lo que pasa

Algunos días el corazón se te congela y no hay mucho más qué hacer. 
Esperar. 
Un milagrito cálido o a que simplemente el tiempo pase. 
Algunos días el corazón se esconde. 
Se acurruca entre los pulmones y cierra los ojos. 
Espera nunca ser encontrado y dormir por siempre (o por lo que siempre signifique para él).
Algunos días el corazón olvida todas sus palabras, olvida todos los sonidos. 
Algunos días el corazón olvida todo y vuelve a ser sólo un músculo regado de sangre.

miércoles, enero 09, 2013

Miedo

El lobo no está afuera de la casa; pero aun así me escondo. Me escondo porque no hay nada más que hacer. Mi alma es la de una víctima y todos mis himnos hablan de sangre. 
Me encantaría poder ser otro, poder salir a recolectar los días; pero no puedo, y algo en mí nunca podrá.

viernes, enero 04, 2013

2012

Estas fotos son sobrantes de mi webcam que se iban guardando en el archivo ¨Pictures¨ de mi computadora, el cual obvio siempre ignoré. Hasta hace dos meses noté que solitas fueron armando una película de mi 2012.
 
Este año lo empecé pensando (porque un doctor me lo había asegurado) que era bipolar, completamente medicada y viendo a 3 doctores distintos. Después de 7 psiquiatras, un psicólogo, un grupo de ayuda, 4 cambios de diagnóstico, y 6 cambios de medicamento, logré volver a sentirme como Amaranta Guevara.
 
El 2012 estuvo lleno de medicinas, doctores, terapias y preguntas incómodas, estuvo lleno de llanto. Pero por suerte también tuvo amigos nuevos, conciertos, bailes alocados, una obra de teatro en la que tengo 4 cambios de vestuario, fotografías vendidas, el mejor regalo de cumpleaños, clases de danza, y un hombre que decidió se casaría conmigo. Lo bueno le ganó a lo malo, y por mucho.  
 
Tal vez el video sea sólo interesante para mí, no estoy segura. Pero en este año mi vida cambió y, sin darme cuenta, lo pude capturar. En este blog suelo compartir mis dolores, ahora quería compartir mi felicidad.
 
Por cierto, ahora sólo tomo una pastilla al día y, en menos de una semana, seguro me bajarán esa dosis ¡Woot!
 
 

Cuando andábamos

Mientas andábamos pensé que ambos mirábamos el cielo, buscando arcoíris, viendo las nubes con forma de cachorros.   Pero tú observabas mis p...