viernes, enero 29, 2010

29 de Enero.

Doble click... (click, click).
Don't Save.
Lo siento, no valía la pena.
Mañana lo vuelvo a intenter...
Lo prometo.

viernes, enero 22, 2010

Sobre lo que ves.

Turbia, constante movimiento;
en gamas de marrón,
tonos de inseguridad
y borrones de la depresión.

Soy algo dorada, algo naranja...
Activa, caótica, coqueta, boyante...
en tus ojos soy otra; nueva y amorfa...
Vivir en tu mirada encanta.

miércoles, enero 20, 2010

Karma

Extrañamente Karma no sabe hablar del pasado,
inimaginable; pero sólo pronuncia sobre lo hay y lo que viene.
No menciona los errores, los defectos, aquellos momentos;
los recuerda, ella, adentro, guardaditos en su versión de corazón
y nunca los alude, como sí no quisiera contamina el ahora.

Tal vez ha aprendido a nunca compartirlos,
para no tener que lidiar con comentarios o juicios.
Ella sabe lo que pesan, lo que causarán... lo que evitarán...
y no necesita de los enunciados de un hombre embriagado
o de una mujer maquillada para seguir adelante con su faena.

Oh Karma, dulce Karma.
Que llegas, haces, disfrutas y te vas.
No te quedas a ver las fotografías,
nunca deseosa de un café y galletitas.
Invitada de honor que no se sienta a la mesa.

martes, enero 19, 2010

Shhh las manos descansan.

Estas manos han estado calladitas,
o tal vez es que no tienen tiempo;
entre hornear pastelitos, tomar fotos, lavar ropa...
no tienen libertad para actualizar sus diarios.

domingo, enero 10, 2010

El método.

Algo se empieza a escribir en mi cabeza,
algo triste tal vez, o coqueto y enamorado;
escucho el susurro lejano, palabras borrosas
con un tema abstracto.

Vienen flotando a la superficie, como manzanas en un barril,
las palabras de lo se empieza a escribir.
Pero no es fácil tomarlas, se escurren, se esconden
flotan deliciosas sobre el agua mental.

Adentro en mi cabeza, mi yo me habla, en mi voz me dicta:
algo... algo se empieza a escribir... algo triste tal vez...
Mis manos actúan, acostumbradas a la tarea.
Teclean activas, felices de tener de nuevo una faena.

Algunas veces se va... todo se va.
Dejo de hablar adentro, dejo de escribir afuera.
Ya no hay más palabritas desordenas, enunciados perdidos.
Abandono mi yo o mi yo me abandona.

El silencio toma control de todo.

Hago ejercicio para pensar, pero sólo sudo.
Leo libros, escucho canciones, tomo pastillas y nada sirve.
Me siento extraviada en lo calladito de mi mente...

Sin mucho dilema otro día vuelve
Sin disculpas, escusas o causas,
vuelve, y con ella vuelve todo;
y algo, de nuevo, se empieza a escribir en mi cabeza.

jueves, enero 07, 2010

Colecciono botones.

No es algo que hago conscientemente,
No es una meta, un propósito de algún año nuevo pasado,
simplemente los colecciono.
Pasa que sí me encuentro con un botón (o varios),
a un precio razonable, lo compro.
Pasa que sí un suéter o un abrigo trae botones extras, los guardo.
Y mi vida se va llenando, lentamente, de botones.
No son grandes, así que muchos pueden caber en frascos medianos,
en bolsitas que sobren o en cajas...
No hacen ruido, no exigen comida, no hablan mal de mí,
simplemente están; por sí alguna vez necesito de ellos.

Ayer, pensando en esto, me di cuenta que así como botones
también colecciono personas.
Están ahí, adormecidas en recipientes mentales,
personas del pasado que alguna vez me decidí a guardar.
El adolescente americano en el autobús brasileño.
El anciano con el bastón y la mochila. La mujer llorando en el restaurante.
Ella y sus manos diminutas. Él a los 18 años, él a los 27. Ale, frágil y enferma...
No es toda la persona, lo sé, un pedacito nada más.
Lo que un botón sería para una prenda, guardado en mi mente;
por sí, uno de estos días, me hace falta.

Sigo con mis semanas,
recogiendo botones y personas.
Resguardando a unos del polvo y
otros del olvido.
Pensando en prácticos usos para ellos;
que no se pasen todo el tiempo inutilizados.

Por la noche.

Ven lindo y te cuento secretos falsos.
Historias de lejanos países y culturas perdidas.
Cuentos con animales parlanchines y moralejas.
Ven y te entretengo toda la noche.

Porque eso es lo que hago,
cuando el sol se va las palabras vienen
y sí estás dispuesto de puedo dejar escuchar.

No bailo flamenco, no soy muy flexible,
no calculo números eternos ni estudio organismos.
Lo que hago es narrar y no siempre
(debo admitir) cosas buenas o interesantes.

Pero ven, escucha, ven a mi lado;
tal vez me conozcas más o te parezca coqueta.
Tal vez te enamores y me pidas más palabras.
Tal vez encuentres una manera de por algunas horas hacerme callar.

Ven y entre los secretos falsos te cuento mucho de la verdad.

miércoles, enero 06, 2010

Quiero dormir, pero que sea a tu lado

Siempre a tu lado, descansando.
Y sí no estoy a tu lado, no me dejaré dormir.
Caminaré y caminaré hasta que las mismas piernas piensen que sueñan.
Los pies confundidos en vez de estar cansados, sentirán un reposo calmo.
Los brazos asoleados se verán obligados a guardar el secreto;
no decir que seguimos en movimiento.

Con suerte, esta ilusión de ocio, será productiva

Y te encontraré en algún lado.
Mis piernas que seguirán soñando que no caminan
Despertarán, se acomodarán a tu lado;
Para que ellas y yo podamos, realmente, dormir.

martes, enero 05, 2010

Dudas


¿En verdad crees que valgo la pena?
¿Que esta piel que cubre excesos merece tus manos?
¿Que mis pies torpes van bien a tu lado?
¿Que mis ojos nada azules, nada verdes, nada grises son suficientemente coquetos?
¿En verdad? ¿No ha sido todo un juego?

Cuando andábamos

Mientas andábamos pensé que ambos mirábamos el cielo, buscando arcoíris, viendo las nubes con forma de cachorros.   Pero tú observabas mis p...