miércoles, abril 29, 2009

La menor

Ella es depresiva - Es la justificación que ofrecen los padres por la hija que nunca parece estar presente. Lo dicen con un aire de disculpa, pero también con orgullo; como si estuvieran seguros de haber creado a una persona sensible y sabia.

Se aseguran el uno al otro, que la respuesta sensata de un individuo piadoso a este mundo es la depresión... tantas guerras y pobreza, tanto odio, el sufrimiento ajeno le afecta.

¡Sí Van Gogh y Edgar Allan Poe también fueron azotados por la melancolía! - Se repiten una y otra vez después de las reuniones fallidas con otras familias - ¡Genios! Hombres que deseaban mucho más que el común ser humano... !¿Qué importa si el hijo de los Hernandez ya tiene beca o si Marianita Díaz se casa este verano?! Uno no debe comparar hijos, todos son distintos; aparte lo de la beca de seguro tiene que ver con los negocios del padre y todos saben que a esta muchachita, el futuro esposo, lo es infiel... Nunca hay que comprara - Se afirman -.

Los dos otros, el mayor y la de en medio se ven tan fuertes y seguros en sus vidas: Él un deportista de joven, ahora un abogado con las rodillas acabadas y ella estudiando para ser maestra, tan cariñosa con los niños.

Pero ella... ella... ella es depresiva.

Ni una mirada larga, ni una sonrisa completa. Hace ruido al masticar chicle. No cuida su cabello ni sus palabras. Sube de peso y la cara se le deforma, luego baja con dietas bulímicas; Pero no es depresiva, simplemente es infeliz.

No tomará su vida en un drama sangriento ni generará magnificas obras de arte. Se casará con un hombre patético que la amará demasiado. Será mediocre y frígida. Nunca completa, nunca lo que ellos desearon, nunca medicable.

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