jueves, septiembre 10, 2009

Valoración.

He visto en tus ojos diminutos una soledad terrible
y no sé sí advertir a tu madre o culparla.
En tu tacto un pánico por el roce de otras pieles,
recelo portado como una bufanda que te sofoca.

Eres un animalito triste, un niño ausente de juego y amigos;
te he visto sufrir y no encuentro la causa.
Tu mirada se escapa como un bandada de gorriones;
Te escurres de lo físico sin una formal despedida.

Te veo sentado perfectamente, escuchando a la nada,
apretando en una mano la otra, ocultando tu colección de tics.
Pequeña criatura que con el tiempo se desmorona, lindo;
no sé qué puedo hacer para ayudar.

No hay comentarios.:

Cuando andábamos

Mientas andábamos pensé que ambos mirábamos el cielo, buscando arcoíris, viendo las nubes con forma de cachorros.   Pero tú observabas mis p...