lunes, febrero 22, 2010

Sana, sana.

Quiero que las cortaditas de mi piel se vuelva a abrir.
Todas, todas, todas.
La cortada de papel que me hice a los 8 años,
el cuchillo que penetró mis dedos, las navajas.
La piel rota de las rodillas por caer, por caer, por caer.
El clavo que rasgó mi suéter y mi hombro,
el lóbulo de mi oído roto, el anzuelo atrapado en mi brazo.
Que vuelva a fluir sangre por mi nariz, y no haya medicamento
o técnica que la detenga.
Que broten gotitas en donde haya habido antes piquetes,
el cuerpo cubierto de mi rojo.
Morir, desangrada, en una orgía de recuerdos lacerantes.
Toda una historia de costras y cicatrices erradicada.

No hay comentarios.:

Cuando andábamos

Mientas andábamos pensé que ambos mirábamos el cielo, buscando arcoíris, viendo las nubes con forma de cachorros.   Pero tú observabas mis p...